Heinz Christian Strache
El FPÖ denuncia irregularidades en el recuento de los decisivos votos por correo
PRESIDENTE DEL FPÖ
El Partido de la Libertad (FPÖ) austriaco, de extrema derecha, impugnó ayer ante el Tribunal Constitucional el resultado de las recientes elecciones presidenciales, en las que el candidato ecologista ganó por sólo 30.000 votos.
Redacción y agencias
Europa respiró hondo cuando el candidato ecologista Alexander Van der Bellen ganó la segunda vuelta de las elecciones presidenciales austríacas del pasado 22 de mayo por apenas 30.000 votos. Su rival, el ultraderechista Norbert Hofer, iba a ser el próximo presidente hasta que los votos por correo dieron la vuelta al resultado de las urnas al día siguiente. Los números finales (50,3% a 49,7%) mostraron un país partido por la mitad.
Pese a que en ese momento algunos miembros del Partido de la Libertad (FPÖ) pidieron un recuento de las papeletas y denunciaron irregularidades, Hofer lo rechazó y llamó a sus seguidores a acatar el resultado. “Debemos permanecer unidos”, dijo entonces. Y descartó “signos de fraude electoral”.
Pero dos semanas después de que Europa se olvidara momentáneamente del fantasma de la ultraderecha –el partido defiende posiciones euroescépticas y cultiva el miedo a los inmigrantes–, el FPÖ ha decidido impugnar oficialmente el resultado de la segunda vuelta de las presidenciales. La formación de extrema derecha presentó ayer una demanda ante el Tribunal Constitucional en la que alega que hubo una serie de anomalías e ilegalidades en el cómputo del decisivo voto por correo.
Ahora los magistrados del Constitucional deberán valorar el largo documento redactado por los abogados del Partido de la Libertad –de 150 páginas– antes del 8 de julio, cuando la ley prevé el traspaso de poderes al nuevo jefe de Estado.
En una rueda de prensa, el líder del partido, Heinz Christian Strache, esgrimió un “número masivo de irregularidades y errores” a investigar. “No somos unos pobres perdedores”, dijo a los periodistas, argumentando que la impugnación era necesaria para “asegurar los pilares de la democracia”.
Según Strache, hubo irregularidades en 97 de los 117 distritos electorales. Entre ellas, dijo que se contaron papeletas antes de la llegada de los funcionarios encargados de revisar el proceso. A su juicio, más de 570.000 del total de 700.000 votos por correo se vieron afectados por las presuntas irregularidades.
“Hofer podría haberse convertido en presidente”, sostuvo. “No tienes que creer en teorías conspirativas para tener un mal presentimiento ante tantos percances y cosas raras”, añadió. Norbert Hofer, el candidato a presidente del FPÖ, que no asistió a la rueda de prensa, señaló posteriormente que ve unas posibilidades “exorbitantemente altas” de que la iniciativa de
La derecha radical alemana y austriaca se reunirán el próximo viernes para estudiar posibles colaboraciones
su partido prospere ante la “vergonzosa violación de la ley”.
La impugnación podría acabar con al menos un recuento parcial de las papeletas si el Constitucional austríaco avala la reclamación del partido. Se podrían llegar a repetir algunas votaciones y recuentos, pero no en todo el país.
Mientras, la cúpula de Alternativa para Alemania (AfD), que aglutina la nueva derecha radical del país, anunció ayer la celebración de una cumbre con sus homólogos de FPÖ en la ciudad bávara de GarmischPartenkirchen, el próximo viernes, donde pretenden abordar posibles “líneas de cooperación” entre ambas formaciones.