Un imperio conectado
Sospechas sobre el posible intercambio de datos entre la red y sus aplicaciones asociadas WhatsApp, Messenger o Instagram
Un buen día, un usuario de WhatsApp se encontró en su móvil el mensaje de alguien que se había equivocado de número y con quien no tenía nada que ver. Después de unas horas, entró en Facebook y la red social le propuso como posible “amigo” a esa persona con la que sólo le unía un error al marcar el número. Lo identificó porque ese usuario utilizaba la misma foto en WhatsApp y Facebook. Es un indicio de que ambas están conectadas de alguna manera.
Quien explica la historia del párrafo anterior es el hacker Chema Alonso, el nuevo jefe del área de datos de Telefónica, quien asegura en su blog personal que “poco a poco Facebook va haciendo la integración entre los datos que tiene de los usuarios y los datos que de por sí tiene en la red social, con el objetivo de mejorar el funcionamiento de sus sistemas de inteligencia”. Este especialista desgrana cómo funciona ese intercambio de información entre las diferentes plataformas del imperio fundado por Mark Zuckerberg.
Cuando Facebook compró WhatsApp en febrero del 2014, uno de los dos fundadores de la app de mensajería, Jan Koum, explicó que en los términos del acuerdo para la venta quedaba especificado que su compañía permanecería siempre perfectamente separada de la red social y aseguró que no habría intercambio de los datos de los usuarios entre las plataformas.
Esas afirmaciones, ahora, podrían ser más difíciles de mantener. Alonso apunta a que hay una cierta integración “y se puede palpar en varios aspectos de la red social, como por ejemplo en la sugerencia de amigos que hoy se hace ya en Facebook para lo que parece más que claro que utiliza también como referencia con quién tienes conversaciones en WhatsApp”.
¿Cómo funciona ese posible intercambio de datos a espaldas de los usuarios? Alonso cree que “las respuestas pueden ser dos distintas, y probablemente Facebook utiliza las dos aproximaciones”. Por una parte, cada cuenta de Facebook puede tener un número de teléfono asociado como factor de verificación en dos pasos que aumente el grado de seguridad en la identificación. De esta forma, Facebook ya dispone de asociación automática entre un usuario y un número de teléfono. El segundo “método” es la identificación de dispositivo que utilizan las apps. Cada aparato tiene una propia. Muchas de las aplicaciones que utilizamos nos piden permiso, entre otras muchas cosas, para acceder a ese número y poder identificarnos. En este caso, la app de Facebook y la de WhatsApp tendrían registrado un mismo número y, por tanto, reconocer a este usuario como una misma persona.
Alonso concluye que “una vez que Facebook tiene asociado el número de teléfono en las dos cuentas en su base de datos de usuarios de Facebook y descubre que hay un mensaje –cifrado o no extremo a extremo– sabe que hay una conexión”. Por eso este especialista asegura que aunque la app de mensajería “no espíe tus mensajes al estilo que la gente entiende que es espiar los mensajes de WhatsApp, sí que espía con quién tienes conversaciones”.
Las diferentes plataformas del imperio Zuckerberg –Facebook, WhatsApp, Instagram, Messenger, Oculus Rift– parece que pueden interrelacionar los datos de los usuarios. La privacidad comienza a ser cada vez más un concepto del pasado. Mantenerse al margen de una o varias de estas bases de datos parece cada vez más una utopía.
¿PRINCIPIOS? Tras la venta de la aplicación de mensajes se aseguró que seguirían separadas MÉTODO La identificación de los dispositivos en las apps, posible método para asociar usuarios