Una historia de profetas
Una de las jóvenes compañías catalanas en alza se mete de lleno en un tema que aparentemente le podría quedar lejano. La fe. Y los visionarios. La Calòrica ha desarrollado en El Profeta, que se presenta en el teatro Tantarantana, un proceso de creación colectiva alrededor de la crisis del pensamiento científico actual y el auge de las nuevas espiritualidades. Espiritualidades cuyos horizontes, dice el director del espectáculo, Joan Yago, nos resultan fascinantes, sólo que a la vez nos resulta pueril creer sin más y necesitamos demostraciones científicas para ellas. Esta vez sí, para creer en ellas.
El Profeta disecciona nuestra manera de enfrentarnos a las creencias poniendo en escena tres épocas diferentes: una dominada por la fe –1916, en una pequeña ciudad del interior de Catalunya una chica asegura haber tenido contacto con Dios–, otra por la ciencia –1967, Ciudad del Cabo, donde Christiaan Barnard va a llevar a cabo el primer transplante de corazón– y otra por la crisis del razonamiento científico: en la Barcelona del 2016 reaparece una mujer que hace seis años tenía una enfermedad terminal.
EL PROFETA TEATRO TANTARANTANA HASTA EL 26/VI La joven compañía La Calòrica reflexiona sobre lo que creemos y las razones que nos llevan a creer