Eurocopa blindada
La UEFA dice controlar la “espiral negativa” del certamen
Complicado contexto el de la Eurocopa 2016 en Francia. “No ha sido fácil salirnos de esta espiral negativa”, confesó su presidente, Jacques Lambert, en la primera conferencia de prensa del certamen celebrada en París.
La seguridad en un país que es objetivo preferente de atentados yihadistas en Europa y que aún tiene la jornada del 13 de noviembre con sus 130 muertos en la retina, lo determina todo.
“Es un contexto que nos ha venido impuesto y con el que tenemos que vivir”, explicó Lambert. “Ha habido que revisar y endurecer algunos de nuestros planes y replantear las cosas con el Gobierno francés”, pero, “por encima de todo eso, hemos querido preservar el evento para que sufra lo menos posible”.
Lo primero que se replanteó, ya el año pasado, inmediatamente de los atentados de aquel viernes negro, fue el mantenimiento de las fan zones en las que se concentran decenas de miles de personas para seguir los encuentros en pantallas gigantes.
Hubo una reunión al respecto en la sede del Ministerio del Interior de París, con los alcaldes de las diez ciudades implicadas y los organizadores deportivos y técnicos. Hubo muchas dudas, pero nunca se pensó en anular esas zonas, explicó el presidente de la Eurocopa 2016.
“Coincidimos en que para la seguridad de los hinchas era mejor tenerlos concentrados en un espacio segurizado y preparado antes que abandonarlos a su suerte en plazas y calles”, explicó.
A 48 horas del primer partido, el 90% de las entradas de la Eurocopa ya estaban vendidas, el grueso de los equipos ya están en Francia, el último en llegar será el portugués, y los 10.000 agentes privados de seguridad están prestos, dijo Martin Kallen, director del acontecimiento. Los organizadores dicen no tener noticia de amenazas concretas. Las alertas lanzadas por Estados Unidos respecto a la Eurocopa “no son específicas, sino generales”. Habrá, eso sí, un doble control de seguridad para acceder a estadios y fans zones, con cacheos en el primero para controlar armas, explosivos y artefactos prohibidos, y en un segundo control, ya en los límites enrejados de los estadios, se controlará la posesión de entradas, y, eventualmente, otros aspectos de seguridad si se considera necesario. Los arcos detectores de metal estarán presentes, pero no en todos los controles, explicó Jacques Lambert.
¿Planes secretos de contingencia? Todos, respondió el presidente. “La responsabilidad de un organizador es prever todas las situaciones posibles, incluido el escenario de un partido sin público”, algo que por lo demás ya ocurrió en Donetsk aunque entonces fuera debido al estado del terreno de juego.
El Gobierno ha lanzado una aplicación gratuita en francés e inglés para smartphones que permitirá geolocalizar a cada usuario y advertirle en caso de “crisis mayor”. Se espera así evitar la saturación de las líneas de urgencia, como ocurrió el funesto 13 de noviembre.
El tiempo, que en gran parte de Francia ha sido de perros hasta ayer, mejorará durante los cinco próximos días. La situación social, con huelgas de basuras en París, de ferroviarios en todo el país y de pilotos de Air France a partir del sábado, con el telón de fondo de la protesta contra la reforma laboral, es otro asunto. “Para nosotros no es una buena situación a la que también debemos adaptarnos”, dijo Lambert.
El Gobierno espera que la protesta que arrancó en marzo se extinga y se desprestigie ante el gran circo del fútbol, pero de momento el público francés tiende a responsabilizar más al ejecutivo que a los sindicatos por las molestias causadas.
“Nunca se planteó su supresión, es mejor tener a la gente concentrada y segura” El Gobierno lanza una aplicación de móvil gratuita que avisará de “crisis mayor”