El factor Bourousis
El griego forzó la prórroga en el último segundo ante un Barça que no supo ganar
La sensación es que la canasta de Bourousis, que cazó un pase de Hanga después de que la pelota cruzara toda la pista para anotar cuando sólo quedaban 9 décimas de segundo, fue determinante. Y en parte es verdad por la importancia de esa acción, que llevó a una prórroga en la que se impuso el carácter del Baskonia, y por la fenomenal actuación del pívot griego, que levantó a su equipo cuando más hundido estaba y acabó con una cifras impresionantes: 32 puntos (7/12 canastas y 6/9 triples), 10 rebotes y 4 asistencias para una valoración final de 39. Pero más decisivo que todo eso fue la mala defensa del Barcelona Lassa, que hasta los 33m10s tan sólo había concedido 45 puntos a su rival, que siguiendo la dinámica de toda la eliminatoria parecía sin fuerzas para luchar.
Pero en esos 6m50s que faltaban para la conclusión, el Laboral Kutxa consiguió la friolera de 31 puntos con un festival ofensivo que no se recuerda en el que parbajo ticiparon, además del mencionado Bourousis, Bertans (8 puntos en 5 minutos), James y Adams. El Barça, que había estado bien, fue cediendo ante el empuje vasco y además no utilizó la cabeza, lo que siempre es un error. Quiso jugar a la ruleta rusa, a cara o cruz, y perdió. Por ejemplo, no debió conceder el triple de Bertans que igualaba a 74 y aunque Satoransky lo arregló con una canasta a falta de 0.9 –su sexto punto seguido– tampoco defendió con acierto la acción final, dejando solo a Bourousis junto a Tomic su aro. Otro error. El castigo por todo esto será el partido de mañana, otra vez en Vitoria, ante un adversario renacido cuando ya preparaba las vacaciones. Una lástima.
Antes del desafortunado desenlace había mandado casi siempre el Barça, que salió muy convencido y con una defensa agresiva que provocaba constantes errores del conjunto vasco y un ataque coherente en todo momento, liderado como siempre por Satoransky (9 puntos en el primer cuarto) y Abrines, que ya llevaba 8 a los 4m30s, obtuvo pronto rentas claras, la mayor el 8-19 (7m10s) precisamente con un triple del base checo.
En ese instante, el Barça había anotado la mitad de los lanzamientos de 6,75 m lanzados (3/6), mientras que el Baskonia había fallado los seis. Perasovic ya había recurrido a Bourousis, que logró el primer triple local en el inicio de la reacción vasca, visualizada primero al final del primer cuarto (15-21) y concretada después hasta el 26-23 (13m50s) con otro acierto lejano del pívot griego que culminaba un parcial de 9-0 en 2m30s. Para que esto sucediera tuvieron que pasar varios detalles: la defensa del Laboral Kutxa aumentó la intensidad y la lucha que pedía su entrenador en la previa “para que todo salga mejor”, mientras que el Barça, que había anotado 14 puntos en los primeros cinco minutos, 7 en los siguientes y 4 en los posteriores, hacía gala de un descontrol y precipitación notables coincidiendo con la presencia de Arroyo en la pista. El boricua falló, además, sus dos lanzamientos y Pascual tuvo que recurrir de nuevo a Satoransky para solucionar la papeleta al tiempo que Tomic, por fin, aparecía para romper la hegemonía de Bourousis. Primero el croata y luego Samuels (13p) hicieron daño y en el descanso la ventaja catalana era de 32-37.
Una renta que se amplió en el tercer cuarto (45-54) y que se mantenía a falta de 2m50s (5767) en el camino hacia una conclusión que no podía ser otra que el triunfo barcelonista. Sin embargo, el Baskonia supo enloquecer el partido, provocó el entusiasmo del Buesa Arena y en ese escenario el equipo de Pascual no supo jugar con habilidad sus cartas y, como le había sucedido en la liga, cayó en la prórroga.
Los blaugrana echaron a perder su buen trabajo en los últimos 6m50s al encajar 31 puntos El Baskonia logró una canasta increíble a falta de 0,9 segundos tras un pase de Hanga a Bourousis