La Vanguardia

“Está viniendo, voy a morir”

La mayoría de las víctimas del Pulse eran de origen hispano

- ORLANDO Redacción y agencias

Era noche latina en el Pulse, club popular entre la comunidad gay de Orlando. Ayer, el alcalde de la ciudad revelaba que 48 de las 49 víctimas de la peor masacre en Estados Unidos desde el 11-S ya han sido identifica­das. Y, como auguraban los pronóstico­s, la mayoría de los apellidos que iban saliendo a la luz eran de origen hispano.

Entre ellos estaban contables, empleados de seguridad o camareros, todos de entre 20 y 50 años. El más joven era Luis Omar Ocasio, que trabajaba como cajero en el Starbucks de un centro comercial Target. “Se llevaba bien con todo el mundo. Joven, mayor, hombre, mujer, gay o hetero, no le importaba”, dijo una compañera. Ayer, una asociación recordaba que por cada establecim­iento de la popular cadena hay seis lugares donde comprar armas en EE.UU.

Edward Sotomayor, de 34 años, era un hombre enérgico y cariñoso que organizaba cruceros homosexual­es en una empresa. “Siempre era parte de la diversión”, recordaba su primo David.

A Luis Vielma, de 22 años, le entusiasma­ba su trabajo en El Mundo Mágico de Harry Potter, del parque de atraccione­s de Orlando. “No puedo parar de llorar”, tuiteó la escritora J. K. Rowling junto a una fotografía del joven con su uniforme de Hogwarts.

Eddie Justice escribió a su madre, Mina, a las 2.06 de la madrugada. “Mamá, te quiero. Están disparando en el club”. “Llama a la policía”. Media hora más tarde, se escondía en el baño. “Está viniendo, voy a morir”. Ella le preguntó si había heridos junto a él. “Muchos, sí”. “Todavía en el baño. Nos tiene. Deben entrar a por nosotros”. Su madre explicó que tenía el presentimi­ento de que, como ha sido, Eddie estaría entre los fallecidos.

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