Entre bingos y chupitos
Los internautas criticaron el formato y el tono aburrido de un debate que sólo se animó en las redes con la corrupción
Muchas críticas, al formato, al decorado, a los problemas de sonido, a los monólogos continuados. En las redes sociales la atención inicial se prestó a esos detalles, mientras se criticaba el tono “aburrido” de un debate que sólo se animó, en las plataformas, al abordarse la corrupción.
La expectativa previa era enorme. Las etiquetas #debate13j (12.000 tuits una hora antes) y #debateacuatro (algo menos) fueron alimentados en Twitter por los partidos y cadenas de televisión (con sus propios hashtags). También en Facebook e Instagram. En algunos casos, con propuestas divertidas, como la del bingo de IU (un cartón con conceptos, frases o nombres que se podían citar como Grecia o Venezuela ) o una similar de Podemos en la que se alertaba que si se citaban estos nombres, y otros como comunismo o radicales, había que tomarse un chupito.
Las redes, potentes cajas de resonancia, subrayaron momentos del debate. Como esa frase “no soy yo, es Rajoy”, que Pablo Iglesias le lanzó en varias ocasiones a Pedro Sánchez cuando el socialista le criticaba. O esa “gobernar no es nada fácil”, que repitió Rajoy en varias ocasiones.
Y fueron campo abonado para la guerra de guerrillas (también en Telegram, red convertida ya en una especie de quinta columna) de los partidos, cuestionando, con datos, titulares y comentarios, las afirmaciones de cada uno de los candidatos. Caso especial es el de Alberto Garzón, quien sin estar presente en el plató generó una enorme interactividad con sus afirmaciones en todas las redes sociales. Ya ocurrió en el debate a cuatro del 20D.
Hubo, también, críticas a todos, desde las redes, por no abordar cuestiones, o con más profundidad, como el caso de la violencia de género, los desahucios o ciertas prácticas bancarias.
LA BATALLA
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