Amical de Mauthausen
Desearíamos matizar las afirmaciones aparecidas en el artículo “Españoles en los campos nazis” (Internacional, 8/V/2016). Es cierto que la Fedip contribuyó a la preservación de la memoria republicana, pero no en el sentido de exclusividad que se le atribuye, puesto que la Amical de Mauthausen francesa acogió a un gran número de supervivientes republicanos que siguieron siendo exi- liados en Francia. Asimismo, en 1962, un grupo de supervivientes afincados en Barcelona iniciaron los contactos entre aquellos que habían regresado del exilio estableciendo una red que desembocaría en la fundación de la Amical de Mauthausen y otros campos.
No se puede ignorar la actividad desarrollada por los fundadores de la Amical en plena dictadura en reuniones de carácter clandestino, ni el trabajo que se llevó a cabo tras su legalización en 1978. Y, justamente ahora, cuando se cumple el 25.º aniversario del fallecimiento de Montserrat Roig, también parecería innecesario recordar su contribución al conocimiento de la deportación republicana, con la publicación, en 1977, de su libro Els catalans als
camps nazis.
La Fedip desarrolló una importantísima actividad, en Francia, a favor de las víctimas republicanas del nazismo. Nadie lo niega. Pero ello no justifica que se pueda obviar la ingente labor desarrollada por otras asociaciones de víctimas, y menos aún cuando, desde España, tuvieron que iniciar su andadura de forma clandestina, poniendo en peligro su propia seguridad personal.
ENRIC GARRIGA Presidente Amical de Mauthausen y otros campos