Jabalíes, corzos y ciervos marcan 158 puntos negros en la red viaria catalana
El Govern, obligado a actuar al dispararse los accidentes con animales salvajes
Las carreteras catalanas tienen un total de 158 tramos con alta concentración de accidentes provocados por jabalíes y otros ungulados (corzo, ciervo). Son tramos en los que se han registrado más de tres accidentes y donde se concentra el 31% de los siniestros causados por estos animales. Así lo indica un estudio del Departament de Territori i Sostenibilitat que ha establecido una prioridad de actuación en 36 tramos de carreteras (de competencia autonómica), lugares en donde se han repetido los accidentes con víctimas graves o mortales o que han tenido seis o más siniestros con jabalíes y otros ungulados.
De hecho, Catalunya registró entre el 2010 y el 2014 un aumento del 35% en el número de accidentes en carretera protagonizados por animales en libertad (respecto al periodo 2007-2011), aunque este porcentaje se dispara hasta el 45% si se tiene en cuenta sólo los jabalíes y otros ungulados. Estas cifras son el resultado sobre todo del aumento de las poblaciones de jabalíes, que provocan el 87% de los sucesos en que intervienen los animales salvajes conocidos. Ante su gran proliferación, se repiten las batidas; se capturan unos 40.000 jabalíes al año, pero aun así se estima que su población ronda los 120.000 ejemplares.
Ante este complicado panorama, el Departament de Territori i Sostenibilitat ha preparado un amplio plan de acción para prevenir estos sucesos, con actuaciones que incluyen la instalación de vallas de cierre en algunas vías para impedir que los animales salvajes accedan a la carretera (de forma que éstos sean conducidos hacia pasos de fauna, túneles o viaductos) o la colocación de señales de aviso de fauna visibles sobre paneles reflectantes y otros indicadores temporales para los momentos de mayor riesgo de presencia de fauna. A la vez, se mantendrán limpios los márgenes de las vías para evitar que se obstaculice la visión (del animal y del conductor).
Asimismo, se ensayarán algunas medidas innovadoras para reducir los accidentes, como los dispositivos que emiten luz o ruidos, o las placas electrificadas en el suelo en determinadas vías, al estilo de los vallados eléctricos para proteger el ganado o los cultivos. El Departament de Territori invertirá 2,2 millones de euros para este fin, según explicó Xavier Flores, director general de Infraestructures de Mobilitat Terrestres. Un tercio de las actuaciones se llevará a cabo en las carreteras de las comarcas de Girona, donde tres de sus puntos negros se localizan en la C-66 de Palafrugell a Besalú. Las comarcas gerundenses concentran el 24,9% de los accidentes con animales en libertad; las tierras de Ponent, el 18,6%; el área de Barcelona, el 15,7%; el Camp de Tarragona, el 14%; las comarcas centrales, el 13,5%; el Alt Pirineu y Aran, el 8,6%, y las Terres de l’Ebre, el 4,7%.
El 25% de los siniestros se dan en las comarcas de Girona, sobre todo en la C-66 Palafrugell-Besalú