Badalona pone cerco al incivismo
El botellón concentra la mayoría de las quejas ciudadanas, pero preocupa el repunte del vandalismo en el espacio público
El Ayuntamiento de Badalona se ha visto obligado a reforzar el operativo Tándem, que habitualmente llevan a cabo patrullas mixtas de Mossos d’Esquadra y Guàrdia Urbana, para intentar reducir el impacto de las actitudes incívicas que, como el botellón, durante las últimas tres semanas han mostrado un preocupante repunte en las zonas de ocio. También preocupa especialmente al gobierno municipal el deterioro de instalaciones públicas del parque de Ca l’Arnús o las agresiones en zonas de bares del barrio Artigues.
La zona de botellón que se concentra en la zona de la Barca María y la calle Orient, muy cerca de la zona de ocio del litoral, es uno de los puntos que el Ayuntamiento ha reforzado con patrullas nocturnas. Los primeros días de presencia policial se han saldado con varias actas por consumo de bebidas alcohólicas que, según el primer teniente de alcalde, Oriol Lladó, “han conseguido reconducir el volumen de conductas incívicas”. En esta zona, en el barrio Casagemes, la crispación de los vecinos es tal que estudian organizar patrullas ciudadanas para combatir el botellón, lo que para el Ayuntamiento sería una “respuesta extrema” a una situación límite “a la que aún no hemos llegado”. En la calle Orient, de acuerdo con los vecinos, el Consistorio aplicará un nuevo diseño urbanístico para dificultar el acceso rodado “como una vía rápida”.
En la zona de playas la aglomeración de personas en horario nocturno provoca también un elevado número de conductas incívicas. El Ayuntamiento ha incidido sobre estos espacios de acuerdo con el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB), competente en la zona, para reforzar los servicios de limpieza habituales. Así, se ha activado una línea de actuación de “limpieza adaptada al uso intensivo de espacios” detalla Lladó.
En otro punto de la ciudad, en el barrio Artigues, la situación se ha complicado, pasando de molestias propiciadas por la actividad nocturna en puntos concretos, como en la calle Balmes, a agresiones hacia los vecinos que se quejan. Prueba de ello es el ataque homófobo que sufrieron dos mujeres lesbianas por parte de cuatro individuos, clientes de un bar que acumula quejas vecinales y que utilizan los coches estacionados como improvisadas mesas y sillas. Al intentar retirar el vehículo, los individuos reaccionaron violentamente golpeando a las dos mujeres al tiempo que proferían insultos homófobos. El ataque ha sido condenado por el gobierno municipal, que ha instado a los Mossos a actuar con más contundencia.
Otro gran problema de difícil solución en Badalona es lo que el primer teniente de alcalde refiere como “vandalismo estructural” en los espacios públicos. Los principales ejemplos se dan en los parques de Can Solei y de Ca l’Arnús, pulmones verdes de la ciudad. Allí, el AMB ha decidido dejar de realizar el mantenimiento de los edificios hasta que el Ayuntamiento pueda contener el vandalismo. En este sentido, el plan Recupera, un anexo del presupuesto de inversiones, ya incorpora una inversión de unos 100.000 euros para la instalación de un sistema de videovigilancia para mejorar la seguridad de los edificios existentes.
Vecinos del barrio de Casagemes estudian organizar patrullas contra el consumo de alcohol