Un pacto en claroscuro
El acuerdo entre el Barça y la Fiscalía sobre el caso Neymar-1 tiene luces y sombras. Se presenta en claroscuro. Lo positivo para Bartomeu y Rosell es que se quitan la acusación de encima. Pero para el FC Barcelona como entidad tiene el grave efecto de que deja una mancha en el historial. La pregunta clave es si existía y aún existe una alternativa mejor. La respuesta es que difícilmente hubiera podido alcanzarse un acuerdo más ventajoso. Sí cabía, en cambio, arriesgarse del todo, y acudir a juicio. Jugársela a cara o cruz. Ventajas de esta estrategia, que puede lograrse la absolución. Riesgos, que cabe una derrota completa, con condena a las personas físicas y a la persona jurídica, que es el Barça como entidad. Es razonable, por tanto, agarrarse al clavo ardiendo que significa este acuerdo. También desde el punto de vista económico, porque la multa que ahora pagaría el FC Barcelona es muy inferior a la que podría corresponderle en caso de recibir una sentencia condenatoria. De modo que las dudas son razonables. Pero no se puede menospreciar el trabajo de los abogados. Román Gómez Pontí, José Ángel González Franco y Cristóbal Martell han sacado de este pozo todo el petróleo que se podía sacar. El debate se parece mucho al que puede surgir ante la aparición de una patología. No todas se curan con reposo. Las hay que requieren tratamientos invasivos. Y aquí la patología surgió de un fichaje sobre el que no se actuó correctamente ni se dio la información necesaria. Directivos y socios tienen motivos para quejarse.
Es verdad, en todo caso, que los hechos enjuiciados se corresponden esencialmente con la etapa Rosell y que éste ya dimitió en cuanto la primera denuncia empezó a tener algún recorrido. Si estuviéramos hablando de otro tipo de organización, y no del Barça, podríamos pensar que la responsabilidad política ya está saldada. Pero tratándose de una entidad con la solera del FC Barcelona y de una masa social que merece que la entidad se dirija con transparencia y limpieza, no basta con aquella renuncia. Por eso es acertado pasar el acuerdo por la asamblea. Y una nota final: en la Fiscalía de la Audiencia Nacional, donde sigue vivo el caso Neymar-2, por las reclamaciones de la sociedad DIS sobre el fichaje, el pacto de Barcelona no ha gustado en absoluto. Hay que tenerlo en cuenta, por lo que pueda pasar en el futuro.