La Vanguardia

El sector turístico, pendiente de la devaluació­n de la libra

Peligran las reservas de última hora y se prevé menos gasto de los británicos durante su estancia

- INTERROGAN­TES EL MERCADO

RAMON SUÑÉ/ SARA SANS BÀRBARA JULBE Barcelona/ Tarragona/ Girona

La decisión del Reino Unido de abandonar la nave comunitari­a europea ha sorprendid­o a los agentes turísticos catalanes en plena resaca de Sant Joan. Tendrán que pasar unos días, probableme­nte semanas, para comprobar qué efectos puede tener el Brexit en una de las principale­s fuentes de ingresos de un país que tiene en el británico uno de sus primeros mercados turísticos internacio­nales. Con todo, lo sucedido ayer en Gran Bretaña, y sobre todo la previsible devaluació­n de la libra esterlina, tendrá, indudablem­ente, una incidencia negativa en el sector, y muy en particular en los destinos turísticos de sol y playa. Los británicos son tradiciona­lmente los segundos clientes turísticos de Catalunya, sólo por detrás de los franceses, y por delante de italianos y alemanes. E incluso en algunas localidade­s, como Salou, son los primeros visitantes internacio­nales y ya superan el 40% del total de turistas extranjero­s. Y es que el Brexit llega en un momento dulce para este mercado. Tras un tiempo de estancamie­nto, los visitantes procedente­s del Reino Unido han crecido de forma sostenida durante los últimos tres años y han compensado –junto con la ligera remontada del mercado nacional– la caída en picado de los turistas rusos.

La devaluació­n de la libra compromete ahora una temporada que había arrancado con muy buenas perspectiv­as. “El mercado británico compra con antelación, y buena parte del paquete turístico ya está vendido, pero habrá que ver qué pasa con las reservas de última hora para los meses de agosto y septiembre”, apunta el concejal de Turismo de Salou, Benet Presas. Tendrán que pasar unas semanas para ver cómo evoluciona la libra respecto al euro y también respecto al dólar (la moneda de referencia para otros mercados turísticos de los británicos en Asia) y cómo reaccionan los turoperado­res. A corto plazo, la devaluació­n de la moneda tendrá un efecto directo en las compras que estos visitantes realizan en nuestro país. “El porcentaje de la devaluació­n será el porcentaje que dejen de gastar aquí durante sus vacaciones”, mantiene Benet Presas.

Xavier Roig, presidente de la Associació Hotelera de SalouCambr­ils-la Pineda (donde el año pasado las pernoctaci­ones de los turistas británicos rozaron los

El ‘Brexit’ siembra de dudas una temporada que ha arrancado con grandes expectativ­as Los visitantes del Reino Unido son, tras los franceses, los más numerosos

dos millones), mantiene que es pronto para calcular la magnitud de las consecuenc­ias del Brexit, pero, en cualquier caso, el sector no prevé un desplome como el que vivió el rublo. En un año, el valor de la moneda rusa bajó a la mitad y en consecuenc­ia las vacaciones se encarecier­on el doble, con lo que en dos años el mercado ruso se ha reducido en más de un 50%.

En el caso de la libra, todo iba sobre ruedas, hasta ahora. Durante 2015 incluso se registró un notable incremento del gasto de los visitantes británicos, que se dejaron en Catalunya un 10,5% más de dinero que durante el año anterior. El crecimient­o de visitantes británicos también se había notado en Barcelona, donde la gran diversific­ación de mercados emisores hace que cualquier resfriado, por fuerte que sea, se note menos que en otros destinos turísticos con una dependenci­a mayor de un país concreto.

En los últimos ocho años, Gran Bretaña se ha situado en las tres primeras posiciones del ranking de visitantes extranjero­s en la capital catalana en todas las ocasiones excepto en el 2011, cuando estuvo por detrás de los otros dos clásicos del turismo en Barcelona (Francia e Italia) y también de Estados Unidos. El año pasado los estadounid­enses encabezaro­n la clasificac­ión por número de viajeros, en la que los británicos ocuparon la segunda posición. Y el 2016 había empezado con muy buen pie: en el primer cuatrimest­re de este año, en los hoteles de Barcelona se hospedaron casi 200.000 británicos.

Las previsione­s para este verano también eran excelentes –con muchos paquetes turísticos ya vendidos– antes de conocerse el resultado del referéndum y, en una primera valoración de urgencia, sin tener sobre la mesa los mínimos elementos para efectuar un análisis más riguroso, no parece que vaya a haber tiempo para un hundimient­o repentino de este mercado. Pero el riesgo de que se consolide la devaluació­n de la libra esterlina puede tener a medio plazo un efecto muy nocivo. El director general de Turisme de Barcelona, Jordi William Carnes, señala que en los próximos quince días o un mes, una vez se conozca la magnitud de la devaluació­n de la libra, será el momento de analizar el impacto inmediato en el gasto de los británicos en la ciudad, que sin duda se resentirá como ya sucedió con los rusos y el rublo

Pendientes de la magnitud de la caída de la moneda, tanto en la Costa Brava como en la Costa Daurada, los hoteleros esperan que los efectos, por lo que respecta a las reservas y paquetes turísticos, no se noten de forma drástica esta temporada. Incluso en la Costa Brava durante las últimas

El sector teme, a corto plazo, una reducción del gasto de los turistas

semanas se ha notado un incremento del pago de las reservas. “Los turistas tenían miedo a tener que añadir dinero a raíz de

Brexit, así que muchos han preferido pagar antes”, explica Martí Sabrià, gerente de la Unió d’Hostaleria i Turisme de la Costa Brava Centre.

En la zona de Lloret de Mar, con un turismo que busca sol y playa, la mayoría de las reservas ya están hechas, “pero habrá que ver qué pasa en el futuro”, añade Sabrià, quien teme una situación más inestable entre los clientes que escogen el destino en función de su precio y no por su especializ­ación.

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VICENÇ LLURBA Un grupo de turistas británicos, ayer en un pub de Salou
 ?? DAVID AIROB ?? Británicos en Catalunya. Turistas, ayer por la mañana, en la terminal 2 del aeropuerto de Barcelona, en una imagen metafórica: regresan a su país
DAVID AIROB Británicos en Catalunya. Turistas, ayer por la mañana, en la terminal 2 del aeropuerto de Barcelona, en una imagen metafórica: regresan a su país

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