Chloë Grace Moretz, madurez a los 19 años
“Por mi carrera, tengo los pies en el suelo”, dice la actriz de ‘Malditos vecinos 2’
Habitualmente se niega a hablar de su flamante relación con Brooklyn Beckham, el hijo mayor del célebre futbolista británico, y hasta se molesta cuando se le pregunta cómo se lleva con su suegra, la exintegrante de las Spice Girls Victoria Adams.
Sin embargo, Chloë Grace Moretz ha aceptado hacer una excepción durante la presentación de su nueva película, Malditos vecinos 2, que ayer mismo se estrenaba en los cines españoles, y ha explicado brevemente cómo está siendo la experiencia de ser novia de otro personaje famoso: “Cuando empiezas un romance siendo una celebridad es una de las cosas más extrañas del mundo. Porque en realidad es algo que no debería importarle a nadie. Yo no me preocupo por saber con quién salen mis amigas a menos que sus novios sean agresivos o les estén lastimando. Y en mi caso es igual, a nadie debería importarle, especialmente porque acabo de cumplir 19 años”, señala la actriz.
“La gente –prosigue– debería prestar atención a mis películas y mi carrera. Si yo hubiera hecho un filme sobre mi relación, podríamos hablar del tema. No es que sea terriblemente cerrada. Pero lo que no me gusta es cuando la prensa empieza a manipular las cosas y termina creando algo diferente de lo que verdaderamente es. Lo cierto es que cuando se forma una pareja entre dos personas famosas, todo se vuelve mucho más intenso. Te sacan más fotos y te persiguen más, lo cual en mi caso ha hecho que quiera hablar menos del tema”, añadió.
Moretz no deja espacio para preguntarle sobre por qué aceptó salir con un muchacho menor que ella, o cómo fue lo de presentar en sociedad a Brooklyn en la première de la película. En cambio, no tiene problemas en explicar qué es lo que le llevó a participar en una película que se caracteriza por su humor subido de tono y que, en cierta manera, ayuda a dejar atrás su imagen de adolescente dorada del cine: “Yo he estado actuando desde los seis años y cuando era más pequeña simplemente trataba de conseguir cualquier papel que funcionara para mi edad, porque no abundan, pero ahora que ya tengo otra edad puedo tomar decisiones mas amplias. Si elegí Malditos vecinos 2 es porque me parece que describe de una manera apropiada a las chicas de mi edad en nuestra sociedad”, sostiene. Aunque en el filme aparece como una estudiante universitaria que se entrega en cuerpo y alma a las fiestas plenas de excesos que suelen tener lugar en los campus de Estados Unidos, Chloë afirma que siempre ha tenido claro los riesgos de ese tipo de comportamiento, particulamente para alguien que forma parte del mundo del espectáculo: “Yo puedo ver los errores que han cometido otros a mi edad y la facilidad con la que uno puede escoger ciertos caminos, porque
“Cuando se forma una pareja entre dos famosos, todo se vuelve más intenso”
“Adoro lo que hago y nada justificaría echarlo a perder; ni el dinero, ni la fama”
apenas cumples los 18 años se te abren un montón de puertas, algunas de ellas verdaderamente escalofriantes y otras también asombrosas, como el poder ser parte de la campaña de Hillary Clinton o hablar a las chicas de mi edad sobre la importancia de la participación política”.
“Por otro lado –añade–, también es cierto que si tienes dinero, puedes ir al club que te apetezca y lograr que pase todo lo que se te ocurra, porque todos quieren ser tus amigos. Cuando eres una celebridad, todo el tiempo te hacen propuestas y es difícil decir que no porque pueden ser muy tentadoras. Obviamente yo podría tomar ese camino. Es muy fácil estar siempre de fiesta y ser carne para los paparazzi. Pero lo que me ayuda a tener los pies en la tierra y no tomar malas decisiones es mi carrera, porque me paso la mayor parte de mi tiempo libre en giras de prensa en las que viajo a diferentes países para promover mis películas. Y cuando estoy otra vez en el plató ante una cámara vuelvo a encontrarme con las mismas razones por las que me enamoré de esta profesión a los seis años”.
“Eso es lo que me impide equivocarme. Adoro lo que hago, mi trabajo, mi carrera, y nada justificaría echarlo a perder. Ninguna sustancia, ni el dinero, ni la fama”, concluye con firmeza, haciendo gala de una gran madurez con tan sólo 19 años.