Exhibición de altura de las dos colles de Valls
La Colla Vella triunfa con tres construcciones de gama extra y la Joves consigue descargar su primer castell con manilles del año
Las elevadas previsiones de la Colla Vella y la Colla Joves para la diada de Sant Joan, ayer en la plaza del Blat de la capital del Alt Camp, se cumplieron casi al milímetro y ambas formaciones pulverizaron los registros ofreciendo una amplia gama de sus mejores castells. Cuatro gamma extra, tres de ellos de la Vella, dejaron el mejor Sant Joan de la historia y, sobre todo, la sensación y la convicción que ambas colles pueden dibujar una temporada extraordinaria.
La diada de Sant Joan –que tradicionalmente inauguraba la temporada castellera y ahora abre el calendario de las grandes actuaciones– escenificó los ambiciosos planes que, de manera explícita o implícita, habían preparado sus caps de colla: Manel Urbano, de la Vella, prefirió no anunciar su extraordinario programa, por temor a que algún imprevisto impidiese llevarlo a cabo; pero Jaume Galofré, de la Joves, fue claro y contundente al subrayar que intentaría tres castells que aun no había logrado este año. Ambos caps de colla representan dos modelos de gestión de los recursos y las capacidades técnicas, pero también de los nervios y la confianza de sus castellers. Porque tanto los componentes de la camisa rosada como los de la roja –que ayer volvieron a exhibir su acentuada e histórica rivalidad, tan antigua como los castells– se fueron a comer plenamente satisfechos por los éxitos cosechados en una plaza del Blat que volvió a vivir la pasión en estado puro.
La Joves inició la actuación completando un tres de nou amb folre que le abría las puertas a aspirar a más. La Vella respondió con un castell de extraordinaria complejidad y que ahora sólo ellos dominan: el quatre de nou amb folre i agulla. Fue una manera de dejar claro que aspiran a lo máximo y que su ambición, a pesar de la discreción de su cap de colla, no tiene límites, como han demostrado los excelentes ensayos realizados en las últimas semanas.
En la segunda ronda, la Joves alzó su gran reto de la jornada: el dos de nou amb folre i manilles, que descargó con enormes capacidades por parte de sus castellers. La Vella abordó el mismo castell, pero sólo lograron cargarlo.
A continuación, los de la camisa roja completaron su exhibición con el quatre de nou amb folre, mientras que los rosados se sacaron de la manga un recurso sólo al alcance de los ganadores: el cinc de nou amb folre. Hacía cuatro años que la Vella no descargaba este castell y ayer lo probaron en la tercera ronda en una clara señal de confianza y potencia. Los rosados aun se vieron con fuerzas de otro éxito al cerrar la actuación cargando el pilar de set amb folre.
La primera de las grandes diades del año ha dejado pequeños los éxitos anteriores y la temporada va camino de vivir momentos pletóricos.