Verano a la boloñesa
La capital de la Emilia-Romaña se desdobla este verano en cuatro: gastronomía, arte, motor y música
Bolonia está encajada entre dos ríos, el Savena y el Reno, y no lejos de los Apeninos. Se encuentra a tan sólo 35 minutos de Florencia, a una hora de Milán, a dos horas de Roma y a una hora y media de Venecia. Su oferta turística es muy amplia y su excelente ubicación, en pleno centro de Italia, hace que sea un lugar perfecto desde donde poder explorar otros lugares cercanos.
La ciudad es el corazón del entorno turístico y cultural de la región de Emilia-Romaña. Entre sus atractivos se encuentran, por ejemplo, los 40 kilómetros de soportales que abrazan el centro de la ciudad medieval y que hacen que el visitante se sienta dentro de una exposición al aire libre, en una ruta protegida de iglesias y edificios históricos. Dignas de mención son también sus torres medievales, testigos del paso del tiempo, que marcan el contorno de la ciudad y ofrecen unas vistas excepcionales.
Bolonia este verano prepara actividades alrededor de sus cuatro puntos turísticos de mayor interés: la gastronomía, la cultura, la música y todo aquello vinculado con el mundo del motor.
Su tradición gastronómica ha hecho que sea reconocida en todo el mundo. Los platos van desde tortellini hasta tagliatelle, y la cocina local se basa principalmente en pasta de huevo hecha a mano, carnes curadas y embutidos (sobre todo la famosa mortadela), carnes selectas y buenos vinos, además de sus salsa boloñesa el famosísimo ragú bolognese. Existen itinerarios gastronómicos que permiten probar los platos tradicionales en diversidad de restaurantes y aprender sobre los orígenes de la gastronomía local. También hay talleres que muestran el proceso de elaboración de productos locales como la pasta fresca.
Aquellos interesados en el arte tienen la posibilidad de elegir entre los hallazgos etruscos o las momias egipcias, pinturas de Giorgio Morandi o pinturas de Guido Reni, arte contemporáneo o espadas medievales, si bien es posible simplemente visitar y explorar la ciudad. Además, se puede ir hasta su universidad, que es la más antigua de Europa. Las torres medievales son un emblema urbano. Había unas cien y ahora sólo quedan veinticuatro. Las dos más reconocidas son las de Garisenda y Asinelli, las cuales se imponen en la zona del centro.
Pero este verano, dentro de la oferta cultural, destacan sobre todo dos exposiciones. En primer lugar Egipto, esplendor de milenios. Hasta el 17 de julio, en el Museo Cívico Arqueológico, se ofrece una mirada dedicada al arte y la historia del antiguo Egipto a través de la colección del Museo Nacional de Antigüedades de Leiden, y algunas obras del Museo Egipcio de Turín y el Museo Egipcio de Florencia, que se unen en una exposición de cerca de 1.700 metros cuadrados de arte e historia.
Por otro lado, tampoco hay que perderse la exposición sobre Edward Hopper que se puede ver hasta el 24 de julio en el palacio Fava. La muestra dedicada al icono del arte americano del siglo XX muestra acuarelas, obras hechas con carboncillo y tiza, desde principios del siglo XX hasta los años sesenta.
Bolonia es la única ciudad italiana que tiene el título de Creative Music City por la Unesco. Desde el 14 de julio hasta el 13 de noviembre se celebra la David Bowie IS, la primera retrospectiva internacional de la carrera de David Bowie, con más de 300 objetos, incluyendo cartas escritas a mano, trajes originales, fotografías, escenografías, portadas de álbumes y material de sus actuaciones de las últimas cinco décadas, que salen por primera vez del archivo personal del músico. La exposición fue creada por el Victoria and Albert Museum de Londres, y a continuación, se expuso en Chicago, Sao Paulo, Toronto, París, Berlín, Melbourne y Groningen.
Hay que tener en cuenta que la ciudad está en el corazón del llamado valle del Motor, donde se ubican las industrias italianas más famosas. Existen tours que muestran las más importantes factorías y museos del motor de marcas legendarias como Maserati, Lamborghini, Ducati y Ferrari. Además, la oficina de turismo de la ciudad ofrece recorridos y tours a bordo de un mito italiano, la Vespa 50. El más destacado es el que recorre 100 kilómetros de la Via Emilia y que incluye la entrada al autódromo de Imola.
También se puede hacer un viaje en Vespa para descubrir las colinas que rodean la ciudad. Una oferta que sumerge al visitante en un itinerario dominado por vegetación exuberante, con senderos, miradores, villas, parques y monumentos.
Los que lo prefieran también pueden alquilar una bicicleta para visitar Bolonia con la ayuda y recomendaciones de un guía local. La ruta es sencilla, no presenta dificultades técnicas y, por lo tanto, es también recomendable para familias con niños.
ALBERT MOLINS RENTER Su ubicación en el centro de Italia la hace ideal para poder explorar otros lugares cercanos Una de las opciones más originales para conocer Bolonia es a lomos de una mítica moto Vespa 50