Aún falta mucho partido
El resultado electoral pro Brexit ha provocado un fuerte descenso de las bolsas de la zona euro, haciéndolas retroceder a los niveles de hace dos semanas, por encima de los mínimos anuales de febrero. Probablemente habría inversores que esperaban una especie de hecatombe. ¿Por qué no ha sucedido?
En primer lugar, el referéndum no es vinculante, ha tenido un resultado muy ajustado, ha sido utilizado como un arma de negociación de condiciones entre Gran Bretaña y la Unión Europea, y deja ahora el campo abierto a la política. Es ahora el Parlamento Británico quien tendrá la última palabra, y se tardará unos meses en saber si el resultado del referéndum es sinónimo o no de Brexit. ¿Recuerdan, hace un año, el referéndum del Grexit?
En segundo lugar, en las bolsas se negocian acciones de empresas, las cuales se caracterizan por su capacidad de adaptación. Si a una empresa inglesa se le abre ahora la incertidumbre de cuáles serán las condiciones futuras de sus exportaciones a países de la Unión Europea, tiempo tendrá para adecuarse. Las empresas movilizan sus factores de producción hacia las localizaciones más favorables.
En tercer lugar, la evolución de las diferentes bolsas es dispar. La bolsa inglesa cae hoy una tercera parte que la de la zona euro. En lo que llevamos de año, la Bolsa de Londres, la más afectada por el Brexit, cae un 1%, mientras que el Eurostoxx-50 cae un 14% y el Ibex-35 un 17%, cotizando hoy por primera vez las elecciones del domingo. No descubro nada si digo que la madurez del inversor anglosajón ha sido históricamente superior a la del europeo continental. Hoy han caído mucho más los bancos españoles con una exposición parcial a Inglaterra, que los bancos ingleses…
En cuarto lugar, el impacto de un evento posible como el resultado electoral, en un entorno de bolsas baratas como el actual, no puede ser el mismo que el de un evento totalmente inesperado, en un entorno de bolsas bien valoradas. No se trata ni de las Torres Gemelas, ni de Lehman Brothers.
En este contexto, la inversión en activos refugio que están en burbuja, como la deuda pública, el crédito o el oro, es de alto riesgo. El dólar podría ser el único refugio con recorrido. Es mucho más conveniente aprovechar la oportunidad para adquirir renta variable europea castigada en exceso, con cierta preferencia para las empresas más cíclicas, que probablemente capitalicen la rentabilidad de los próximos meses. El partido de este año está aún en su primera parte.