La Vanguardia

Para empezar, dulce

- CRISTINA JOLONCH

Se acaba el tiempo –siempre sabe a poco– de las dulces y crujientes peritas de San Juan y de las cocas verbeneras, con su fruta escarchada. Más allá de los postres, más allá de la variedad y la temporalid­ad de las frutas, los sabores almibarado­s siguen desplazánd­ose dentro del menú. Y es que la desaparici­ón de las barreras entre la cocina dulce y la salada, que se apuntaba como uno de los puntos caracterís­ticos de la última revolución gastronómi­ca, ha acabado por invertir los papeles en materia de azúcar.

La preocupaci­ón por lo que comemos y por evitar excesos de calorías hizo que los pasteleros se animaran a quitar azúcar a sus elaboracio­nes. Y así fue como los dulces empezaron a ser menos dulces y, quién sabe si para compensar, la cocina salada a endulzarse.

Saben los maestros del postre de restaurant­es que a ellos les toca la peor parte: tratar de ganarse a un comensal que a veces llega exhausto al final de la comida, por lo que habrá que seducirlo con algo que, después de un largo menú degustació­n, pueda atraerle y le quepa en el estómago. Bocados originales, refrescant­es y ligeros. Lástima que lo que se ha ganado por una parte se haya perdido por otra: la presencia de demasiado dulce en la supuesta cocina salada es, desde hace tiempo, tendencia.

El dulce, que en la edad media era un regalo preciado, por su escasez, y que las recetas más señoriales recomendab­an para dar un toque distinguid­o a los platos, se ha convertido en los últimos años en enemigo de la salud. Hay quien se dedica a escrutar su presencia en la industria alimentari­a, que lo camufla para hacer más apetitosas unas preparacio­nes que han procurado vaciar de grasas. Muchos chefs, sin embargo, se empeñan en amargarnos la comida con tanto dulce.

 ?? FAIRFAX MEDIA ?? Los sabores dulces ganan presencia en los menús degustació­n
FAIRFAX MEDIA Los sabores dulces ganan presencia en los menús degustació­n
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain