La Caixa y Catalunya
Cuando en 1904 Francesc Moragas y Lluís Ferrer Vidal crearon una modesta Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros, con menos de 100.000 pesetas, no se imaginaban que habían creado un embrión que con los años se convertiría en una institución de referencia –ahora desglosada en CaixaBank y Fundació Bancària La Caixa y Criteria– con mas de 30.000 trabajadores, una de las mayores Obras Sociales del mundo, con intereses en empresas de tanta importancia, entre otras, como Telefónica, Abertis, Gas Natural-Fenosa, Repsol, Suez o Cellnex, con 14 millones de clientes y con unos recursos de clientes de unos 300.000 millones de euros.
Por eso el tema de la adecuación de la cúpula del grupo a las normas españolas y europeas –con el acceso de Isidro Fainé a la presidencia de la Fundació Bancària la Caixa y Criteria y de Jordi Gual a la presidencia de CaixaBank– está causando tanto interés en la prensa internacional.
Desde el punto de vista político esta presencia en los medios me lleva a una reflexión en estos momentos de incertidumbre derivados del resultado del Brexit del 23 de junio –amenazando con una salida de la Unión Europea que no creo que llegue a plasmarse por los problemas constitucionales que se plantean–, del aún incierto final de las negociaciones para formar gobierno en España tras el insuficiente triunfo de Rajoy en las elecciones del pasado
La actividad de La Caixa es la verdadera vía para que Catalunya tenga un mayor peso en la realidad española
26 de junio y con las incógnitas abiertas en el proceso catalán por la moción de confianza a la que va a someterse el president Puigdemont tras el plante de la CUP a los presupuestos catalanes y la refundación de Convergència.
Francesc Cambó rehuyó siempre pensar solamente en clave catalana. Financió el diccionario de Pompeu Fabra que normalizó el catalán, la Història de Catalunya de Ferran Soldevila, la Bíblia de Montserrat en catalán, la colección Bernat Metge de textos clásicos. Pero en su pensamiento universalista fundó la Casa de América y en España ejerció funciones ministeriales en Madrid. Sus actividades empresariales –ahora vituperadas por algunos– se extendieron por Argentina y otros países.
Cambó se apuntó a incidir en la realidad española y participó en la Sociedad de Naciones y La Caixa, que en tiempos de la dirección de José Vilarasau inició una acción de proyección que ha culminado Isidro Fainé participando activamente en la remodelación del sistema financiero español y su adecuación a Europa en estos años de crisis .
En unos tiempos en que demasiadas instituciones catalanas se han vuelto provincianas e introvertidas restando capacidad de influencia sobre las decisiones del Gobierno del Estado, el Grupo La Caixa nos ha mostrado que estar activados en las reuniones del Fondo Monetario Internacional, del Banco de Pagos Internacionales, del Banco Central Europeo y no digamos, ya, en las instituciones españolas es la verdadera vía para que Catalunya tenga un mayor peso más en la realidad española.