La Vanguardia

Demasiado lejos

- Llucia Ramis Barcelona

En general, salvo los atentados que afectan de un modo directo a Occidente, lo que ocurre fuera de nuestras fronteras no vende. Quizá por eso hay poca gente en una presentaci­ón tan interesant­e como la de Siria, el país de las almas rotas. De la revolución al

califato del ISIS, de Mónica G. Prieto y Javier Espinosa.

Publicado por Debate, el libro no se centra sólo en el acontecimi­ento, sino en el proceso de cómo y por qué estalló la guerra brutal que sigue desplazand­o a millones de civiles. Para ello, hay que retrotraer­se a la invasión de Iraq en 2003, cuando empieza la descomposi­ción de Oriente Próximo. Los autores fueron testigos de la llegada de Bashar el Assad al poder en el 2000, de la esperanza primaveral del pueblo sirio, ingenuo; de lo que sucedió después. Mediante historias de vida, logran que el lector entienda y establezca una empatía con quienes hoy forman parte de la legión de personas refugiadas.

Los medios no tienen espacio para eso: les sale más rentable el impacto que la explicació­n. El problema es que, como indica Rosa Maria Calaf en el Col·legi de Periodiste­s, “si ofreces emoción y no conocimien­to, el ciudadano se detiene ahí, y no se hace preguntas”. Plàcid García-Planas advierte que los medios sólo compran “el patetismo de raíz romántico”, cansino para el receptor. “Si no pagas la informació­n, acabas haciendo un producto comercial”, añade Enric González: “Por suerte hay libros como éste, que es cojonudo”.

La emoción es efímera y satura, lo vimos en el caso de Aylan. En la cubierta aparecen niños. Los retrató Ricardo García Vilanova. Viven en una cueva, sin familia. Muchos estarán combatiend­o ya con los rebeldes. Más almas rotas: Prieto, que cuando escribe piensa en cómo se lo contaría a su madre, relata la humillació­n que sintió uno de los protagonis­tas en un campo de refugiados holandés. Antes lo habían herido en la guerra y torturado en las cárceles de Asad. Le dijo: “Si llego a pasar una semana más en ese campo, me uno a ISIS; estáis creando máquinas de odio”.

Desde el público, el correspons­al de La Vanguardia en África, Xavier Aldekoa, pregunta si el Brexit tiene que ver con el miedo a los refugiados y Maruja Torres considera que “Europa se fascitiza”. Durante hora y merenzo dia, hablan de lo que nunca se cuenta. Por ejemplo: “El radicalism­o siempre va relacionad­o con Arabia Saudí, el gran elemento de desestabil­ización mundial”, dice Espinosa.

“Buena parte de la realidad que nos incumbe no está en nuestra literatura”, apunta Lo- Silva en la librería +Bernat. Mientras en el Reino Unido hay decenas de novelas sobre los combatient­es enviados a Iraq, aquí no se publican siquiera crónicas acerca del tema. La hipocresía occidental es el punto de partida del nuevo caso del subtenient­e Bevilacqua. Publicada por Destino, y presentada por Carlos Zanón, Donde los escorpione­s –novena entrega de la serie– arranca en El Gallinero, el suburbio de la ya marginal Cañada Real. El dinero con el que los yonkis pagan la heroína servirá para comprar armas en Afganistán, donde se traslada el protagonis­ta después de que un militar aparezca degollado en la base española de Herat. Salvo la trama, todos los hechos son reales. Allí –la temperatur­a oscila entre los 52ºC y los -25ºC–, en una base en la que también trabajan civiles (como la cocinera), Silva tuvo oportunida­d de hablar con personas que le contaron historias espeluznan­tes de emboscadas y niños prostituid­os.

Y mientras nos queda lejos lo que tal vez no debería, Eileen Chang representa en China lo que aquí Mercè Rodoreda. Se parecen incluso en lo biográfico, según su traductora al catalán, Carla Benet: “Son mujeres excepciona­les que viven un momento excepciona­l”. Hablan de lo humano y universal en tiempos turbulento­s. Condenada al ostracismo por el régimen comunista en los años 50, su popularida­d sigue intacta. La editora de Club Editor, Maria Bohigas, y el editor de Libros del Asteroide, Luis Solano presentan El amor

que destruye ciudades, en el patio de la Casa Usher, acompañado­s de Ricard Planas. Hay empanadill­as, té, vino y, entre el público, mujeres asiáticas vestidas de gala. Una amiga de Solano le confesó que el libro le transmite las mismas emociones que cuando recibe un whatsapp de su novio recién estrenado. Porque al final, poco importa el lugar, ni si hay escorpione­s o religiones. Rota o no, nada nos resulta tan próximo como el alma.

Siria, el país de las

almas rotas. Enric González, Mónica G. Prieto, Javier Espinosa, Plàcid García-Planas y Rosa Maria Calaf Donde los escorpione­s. Lorenzo Silva y Carlos Zanón en la librería +Bernat, donde presentaro­n el libro del primero

El amor que destruye

ciudades. Luis Solano, Maria Bohigas, Ricard Planas y Carla Benet en la presentaci­ón en la Casa Usher

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MAITE CRUZ
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ÀLEX GARCIA
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ELISA BERNAL
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