LA LEYENDA DE LED ZEPPELIN STAIRWAY TO THE FÒRUM
No cesan los rumores sobre la reunión de Led Zeppelin, y eso habla del deseo renovado de ver, en el escenario, a los creadores de
Whole lotta love, Rock’n’roll y tantas otras canciones inolvidables, como Stairway to heaven, cuya autoría por parte de Robert Plant y Jimmy Page ha sido reivindicada estos días en los tribunales.
Pero la vuelta de Led Zeppelin no se produce. El final del grupo llegó con la muerte de John Bonham, el batería, que además era amigo de Plant desde antes que este y el guitarrista Jimmy Page fundaran los Zeppelin. Y desde entonces, y pesar de encuentros esporádicos –incluyendo un único concierto de Zeppelin en el 2008, en honor de Atlantic Records– el cantante parece decidido a mantener la nostalgia fuera de su existencia.
La música de Led Zeppelin, sin embargo, sigue presente en sus conciertos. Una música llena de fuerza y riffs salvajes, energética e imprevisible, que se erige en el centro de gravedad de su actuación, como la que ofrecerá el 9 de julio, dentro del festival barcelonés.
Quien fue Apolo rubio del rock, siempre con el pecho descu- bierto y tejanos ajustados, del que aprendieron actitud y poses gente como Roger Daltrey, de los Who, que incluso parece que le copió el modisto y el peluquero; Freddie Mercury, de Queen, o Axl Rose,de Guns N’ Roses; aquel Robert Plant legendario de los setenta, o sea, llega a Barcelona 35 años después del final de Led Zeppelin, convertido en una especie de Zeus tronante de barba blanca. Si sus agudos se han visto matizados, si ya no luce torso ni se contonea por el escenario, lo cierto es que su música ha ganado en profundidad y sentimiento.
Plant no olvida ninguna de las influencias –las obsesiones– que le marcaron: el rock, el blues, Elvis, la psicodelia de los Costa Oeste, los ritmos africanos; todo sigue ahí, pero administrado con el control y la sabiduría que da la experiencia. Rodeado siempre de los mejores, de la guitarra de Marc Ribot, del conocimiento country de T. Bone Burnett, del violín de Alison Krauss (con quien ha grabado inolvidables canciones), Plant colabora ahora con un grupo que lo entiende a la perfección. Se trata de los Sensacional Space Shifters, con los que, el que fuera cantante de Led Zeppelin, ha grabado Lullaby and… the
ceasless roar, y este mismo grupo será el que lo acompañe en su concierto de Barcelona.
Después de escuchar su grabación con los Shifters, se hace difícil entender por qué Plant se opone a la reunificación de los Zeppelin, algo que Jimmy Page le ha pedido un millón de veces. Sus nuevas canciones, como Rainbow, Little
Maggie o la descarnada Turn it up tienen ecos evidentes de aquellas otras del grupo que le dio fama. Y en su actuaciones en directo, incluye –como incluirá en Barcelona– un buen numero de los viejos y famosos temas de Zeppelin (que son siempre muy coreados).
Rodeado de los Sensational Space Shifters, interpretando aquellas canciones inolvidables que no han perdido fuerza, costará muy poco imaginar que Plant está ahí, en el Fòrum, como si fueran los Led Zeppelin, acompañado por la guitarra de Jimmy Page, del bajo insidioso de John Paul Jones y la batería desatada de John Bonhman. Tan sólo habrá que cerrar los ojos un momento y dejarse llevar. ¿Apostamos?