La primera ministra acusa a la líder opositora
La primera ministra bengalí, Sheikh Hasina, no se andó ayer con rodeos: “Hay quien quiere convertir Bangladesh en un Estado disfuncional. Han tomado el camino del terrorismo después de haber fracasado a la hora de ganarse el corazón de la gente a través del proceso democrático”. Cabe decir que el BNP de su rival, Jaleda Zia, boicoteó las últimas elecciones. “Resistiremos su conspiración”, concluyó Hasina, que ha detenido a más de diez mil militantes del BNP, con la excusa de buscar terroristas. La reacción de Zia al atentado tampoco tiene desperdicio: “El Gobierno es víctima de sus propias fechorías”. El tema de fondo es que se están creando las condiciones para un nuevo golpe de Estado. Hace cuatro años desmantelaron uno. El cerebro, el comandante Ziaul Haq, se ha dedicado desde entonces a reforzar una red islamista de Al Qaeda. La otra pata del extremismo en Bangladesh está capitaneada por un canadiense de origen bengalí que capta a jóvenes de clases acomodadas que luego declaran fidelidad al EI.