|CONSOLIDAR|
El líder dice a sus secretarios regionales que el partido está hoy más cohesionado
Dar firmeza y solidez a algo. Convertir algo en definitivo y estable. Reunir, volver a juntar algo quebrado o roto. Asegurar del todo, afianzar más y más algo como la amistad, una alianza...
Podemos parece un partido ciclotímico. En sólo una semana, sus líderes han pasado de la depresión profunda por el fracaso de las expectativas electorales a la proclamación casi triunfalista de lo logrado. Pero no se trata de que Pablo Iglesias y los suyos sean bipolares, sino de que han visto el peligro de atascarse en las batallas internas. Después del golpe de autoridad con la amenaza de extirpar las “malas hierbas”, se juzgó necesaria una catarsis en positivo: había que valorar, hacia dentro y fuera, lo conseguido antes y durante el proceso electoral. Y eso hizo ayer Iglesias ante los secretarios autonómicos del partido.
“Somos un espacio político que se ha consolidado; que ha demostrado que no es flor de un día y está llamado a gobernar tarde o temprano. Somos la fuerza política con más futuro de España, el partido de los jóvenes. Y de este proceso salimos todavía más cohesionados”, arengó Iglesias a los líderes regionales en la segunda de las dos rondas de cierre de filas organizadas desde la secretaría general –ambas en la sede central de la formación– tras los críticos días siguientes al fiasco electoral de Unidos Podemos. La de ayer fue –según los participantes– una reunión más “plana” que la celebrada el viernes con las direcciones de IU y de las confluencias territoriales, donde todos hicieron votos de unidad, de continuidad de la coalición y de acuerdo en el diagnóstico previamente señalado por Iglesias, esto es: la culpa no fue de la alianza con IU ni de la campaña light –como partidarios del secretario general y de su número dos, Íñigo Errejón, se habían echado en cara–, sino del “miedo al cambio” de un millón de potenciales votantes que, al ver que esta vez Podemos podía gobernar, optaron por quedarse en casa.
Lejos de la imagen de boxeador noqueado que dio la noche electoral, el líder de Podemos se expresó ante los dirigentes regionales como un animoso entrenador de fútbol que sabe darle la vuelta a los tropiezos para insuflar nuevas ansias de victoria a la plantilla. Con cita expresa al Atlético de Madrid del Cholo Simeone, Iglesias afirmó: “Hemos llegado a la final. Ha sido impresionante. Y aunque algunos nos tengamos la sensación de que merecíamos más, pronto habrá otra final y esperamos ganarla”.
Así, con la ayuda del responsable de Organización, Pablo Echenique, el secretario general se esmeró, en suma, en inundar la sala de soflamas que ahogaran todo pesimismo y prearasen al personal para la travesía que le espera al partido en el purgatorio parlamentario: “Ahora se abre un nuevo ciclo” predijo, en el que Podemos vivirá “lo tradicional en España”: ejercer la oposición antes de llegar al Gobierno, confió.
Según fuentes presentes en la reunión, los secretarios autonómicos se limitaron a exponer datos cuantitativos y breves análisis de los resultados en sus territorios. “Fue más una foto que otra cosa”; una puesta en común en la que “no hizo falta” proclamar la unidad porque eso “no está en cuestión”, aseguraron estas fuentes. Se trataba, en definitiva, de “sacudirse en entumecimiento de la resaca electoral” y escuchar al líder lo que todos esperaban que dijera cuanto antes: “Es verdad que algo habremos hecho mal” en las elecciones para haber perdido 1,2 millones de votos. “Pero hay que poner en valor lo que hemos conseguido y los cinco millones de votos y 71 escaños que tenemos. Y sobre todo: mirar hacia adelante”, exhortó Iglesias.
“Llegamos a la final y es impresionante; aunque merecimos más, pronto habrá otra final y vamos a ganarla”, dice Iglesias