Joana Ortega
Exvicepresidenta del Govern Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau se sientan juntos. Como me dice Rigau es un ensayo de lo que pasará próximamente. Juntos en el banco de los acusados por el referéndum del 9-N del 2014. Es una fotografía potente de la injusticia legal. Suena a cachondeo: a juicio por poner unas urnas. No lo es. El primero en llegar es Artur Mas. A las 8.30 h ya está en la radio. Hablo con él cuando entra, cinco minutos después, en el estudio. Estoy pendiente de Ortega y Rigau. Los productores dicen que Rigau está llegando y que el móvil de Ortega está desconectado. Le comento a Mas que dónde quiere o dónde, por protocolo, debe sentarse. Me responde que da igual. Decido sentarlo en medio entre la exvicepresidenta i la exconsellera. A tres minutos para la hora concertada, las 8.45 h, llega Irene Rigau. Como siempre con la sonrisa incrustada. Y cuando ya saludo a los dos llega corriendo Joana Ortega a quien hace más tiempo que no escucho. Poco amante de hacer declaraciones, la presencia más sorprendente esta mañana es la de la exvicepresidenta. Y además es la más contundente contra los poderes del Estado y especialmente contra el ministro Fernández Díaz. En plena forma.