El mundo íntimo de los Madrazo
La Fundación Fran Daurel acoge un conjunto de obras que perteneció a la colección familiar de la estirpe de pintores
José de Madrazo y Agudo (1781-1859), pintor neoclásico de la corte de Fernando VII, fue uno de los artistas más relevantes de su tiempo y patriarca de tres generaciones de pintores, la principal saga pictórica del siglo XIX: sus hijos Federico (1815-1894), el mejor retratista de la sociedad isabelina y exponente del romanticismo, quien al igual que su padre dirigió el Museo del Prado, y Luis (1825-1897), también pintor aunque de desigual fortuna. Luego vendrían los nietos, Raimundo (1841–1920), naturalista, y Ricardo, (1851-1917) quien en 1866 entró en contacto con Marià Fortuny, que se convertiría en su cuñado (se casó con su hermana Cecilia) e influiría poderosamente en su vida y su pintura de pinceladas impresionistas.
Las obras más relevantes salidas de los pinceles de los Madrazo forman parte de las colecciones de importantes museos, pero un notable conjunto de ellas había permanecido hasta fechas recientes en la intimidad del círculo familiar. Concretamente, en la vivienda de María Teresa de Madrazo (única hija de Luis) y su esposo Mario de Daza, en la calle del Príncipe de Vergara de Madrid. Los descendientes hicieron una dación como pago de impuestos en el 2006 y hoy pertenece a la Comunidad de Madrid. La colección, formada por 84 obras, está valorada en 2,9 millones de euros. Un legado valioso, que permite recorrer las diferentes tendencias pictóricas del siglo XIX e inicios del XX, pero sobre todo abre la puerta al mundo íntimo, familiar de unos artistas viajeros y cosmopolitas, estrechamente vinculados a la sociedad de su tiempo.
La colección, que ha viajado por diferentes ciudades de España y Europa, se presenta ahora en la Fundación de Arte Contemporáneo Fran Daurel, en el Poble Espanyol, que retoma así su programación de exposiciones temporales después que su impulsor, el empresario y mecenas Francisco Daurella, haya decidido integrar en una sola fundación la sede barcelonesa (inicialmente dedicada en exclusiva al arte contemporáneo), la Fundación Amyc, creada en el 2009 en Madrid para el arte catalán de finales del siglo XIX y principios del XX, y la Fundació Perramon de Ventalló, donde se expone parte del legado de Albert Ràfols-Casamada.
El desembarco barcelonés de
los Madrazo lleva por título Els
Madrazo i Catalunya, con lo que se quiere resaltar la vinculación de la familia con Marià Fortuny, yerno de Federico y cuñado de Ricardo y Raimundo. La exposición, que se podrá visitar hasta el 30 de septiembre, ha sido comisariada por Montserrat Martí y Carlos González, cuenta con
obras destacadas como Luisa, Rosa y Raimundo, hijos del pintor, de Federico de Madrazo; María Teresa de Madrazo y su
prima María Luisa Fortuny ,de Luis Madrazo, o un pequeño óleo sobre tabla titulado Luisito
Daza muerto (1895), de Ricardo, la pieza más simbólica de la colección, no tanto por su valor artístico como por ser el último miembro de la saga, un bebé que falleció a las pocas horas de nacer. La colección pasó entonces a manos de la familia colateral.
La exposición ‘Els Madrazo i Catalunya’ resalta los lazos de la familia de pintores con Marià Fortuny La colección, formada por 84 obras, está valorada en alrededor de 2,9 millones de euros