Nostalgia de Victoria
Si Victoria levantara la cabeza se estremecería al ver tanta derrota. En Downing Street, en Westminster, en la City. También en la Eurocopa, pero eso no es nuevo. Pero si incluso los que han ganado la votación del Brexit parecen arrepentidos, se retractan de sus falsas promesas musitando una especie de “pero si sólo queríamos dar un susto”. Si la reina Victoria, monarca superlativa del Imperio en mayúsculas, mirara por el agujero del sarcófago, descubriría que ya no hay imperio (ni en minúsculas) y que la incertidumbre gobierna la metrópolis. Qué extraño, pensaría, si en mi mundo todo era certero, exacto, seguro, justo, medible hasta la última pulgada, rectificable si era necesario con unos azotes (por algo la disciplina es victoriana).
Her Majesty descubriría que el Reino Unido se casó con Europa en 1973,
que hay algo que se llama divorcio, que los del fútbol ganaron un Mundial y luego nada y que los Smiths tienen un
disco que se llama The Queen is dead y una canción que empieza “Panic on the streets of London / Panic on the streets of Birmingham/ I wonder to myself / Could life be ever sane again?”. “Me pregunto: ¿podrá la vida recuperar algún día la cordura?”.
Inglaterra está embarrada. El país se ha convertido en una especie de festival de Glastonbury, con el fango por las cejas, pero con una gran diferencia: sobre el escenario toca la banda del empastre. De cantante un primer ministro que parecía listo, que ganó con mayoría absoluta y ahora tiene que dimitir. De guitarra solista uno que ha logrado echar al vocalista para hacerse con el micro y ahora se arrepiente porque desafina y se ha quedado sin voz. El coro del grupo también da pena…
La nostalgia se ha apoderado de la vida británica (igual que en su día la Ost
nostalgie recordando la antigua Alemania del Este) y eso ha llevado a muchos a votar por la salida de la UE. Los aficionados al fútbol también sienten nostalgia por una Inglaterra que luchaba con denuedo, que se embarraba, que lo daba todo, aunque pudiera perder, casi siempre eliminada en los penaltis. La versión 2016 de los pross ha dado tantos pasos en falso en Francia que se desconoce si han regresado sanos y salvos a casa o si se han perdido por el camino. YGales en semis... Sesenta años después de la victoria en su Mundial, Inglaterra ha vuelto a tocar fondo. Es cierto que en el torneo de 1968 quedó tercera, pero por entonces el país aún no formaba parte de la UE. Desde el año del ingreso, el equipo sólo ha llegado una vez a la semifinal, de nuevo como anfitriona. Que Dios pille confesado al próximo técnico de los tres leones.
Ay, Victoria se estremecería al ver tanta derrota y al saber que un grupo de roñosos llamado Sex Pistols cantó una vez “There is no future / and England’s dreaming”. Es decir, “que no hay futuro y que Inglaterra sigue soñando”.