Voz de la conciencia humana
ELIE WIESEL (1928-2016) Escritor, superviviente del Holocausto, premio Nobel de la Paz
El fallecimiento el pasado sábado del escritor Elie Wiesel, premio Nobel de la Paz, ha sido considerado como una gran pérdida tanto para el pueblo judío como para el resto de la humanidad. Wiesel, que murió el pasado sábado a los 87 años en Nueva York acompañado de su familia, sobrevivió al Holocausto en su infancia y dedicó toda su vida a luchar contra el antisemitismo, el racismo y la represión en todo el planeta.
Nació en el seno de una familia judía ortodoxa en la ciudad de Sigat, en el norte de Transilvania, en Rumanía, zona que en 1947 sería anexionada por Hungría. En 1944, la Alemania nazi invadió la región y los judíos fueron concentrados en un gueto; en mayo de ese año empezó la deportación al campo de exterminio de Auswichtz, de la que no se libró la familia de Wiesel. Al llegar al campo, su madre y su hermana pequeña fueron asesinadas inmediatamente en las cámaras de gas; Wiesel y su padre fueron enviados a realizar trabajos forzados.
Poco antes de la liberación aliada, padre e hijo fueron enviados a la marcha de la muerte a Buchenwald. El padre falleció antes de la llegada de los soldados soviéticos, presa del agotamiento y el frío gélido; Wiesel vio a su padre morir delante de sus ojos y más de una vez comentó: “No sé cómo sobreviví”. Él encontró su libertad en abril de 1945.
Tras reunirse con sus dos hermanas mayores en París, estudió Filosofía en la Sorbona y se dedicó a enseñar hebreo. Más adelante residió en Nueva York, donde trabajó para la prensa israelí, europea y local. En 1961 cubrió el juicio del autor de la solución final Albert Eichmann en Jerusalén.
Poco después empezaría su activa creación literaria; hasta este momento se había negado a hablar de la Shoah, alegando que las palabras no podían describir el horror. Pero finalmente cambió de opinión y publicó sus memorias de la guerra en el libro La noche, que se convertiría en una de las obras de mayor difusión sobre el Holocausto. “Todo lo que está escrito en La noche está basado en hechos –aseguró una vez–, incluso el silencio entre las palabras es un hecho”. En otra ocasión añadió: “Cuando una persona escribe sobre la Shoah no escribe palabras, sino que lucha contra ellas, porque no hay palabras que puedan describir lo que las víctimas sintieron cuando la muerte era la norma y la vida un milagro”.
Wiesel publicó 40 libros, tanto ensayo como ficción, sobre la Segunda Guerra Mundial, y a lo largo de su vida animó a muchos supervivientes a contar su historia. Durante décadas enseñó también en la Universidad de Boston. Entre 1978 y 1986 encabezó la Comision Presidencial de Recuerdo de la Shoah, y cuando terminó sus funciones recibió el premio Nobel de la Paz.
Asimismo participó en la planificación del Museo Nacional de la Shoah de Estados Unidos en Washington; en la inauguración encendió la llama eterna del museo junto al entonces presidente norteamericano, Bill Clinton. En 1992 recibió la medalla presidencial de la Libertad, la máxima condecoración a un civil otorgada por el presidente estadounidense,
Judío nacido en Rumanía, los padres y la hermana pequeña de Elie Wiesel murieron en los campos nazis
y en el 2013 le fue otorgada la del entonces presidente de Israel, Simon Peres.
Wiesel era conocido como un gran defensor de Israel, y escribió en más de una ocasión que Jerusalén debe permanecer como la capital espiritual de los judíos del mundo, no como un símbolo de pesar y amargura sino de confianza y esperanza. Hace dos años, el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, le propuso como candidato a presidente de Israel, pero la iniciativa no prosperó debido a que Wiesel no tenía nacionalidad israelí.
Uno de sus principios era no criticar a Israel en público, aun cuando tenía críticas hacia distintos aspectos de la política israelí. Dejó su huella en la sociedad; bajo su iniciativa se crearon colegios para niños israelíes de origen etíope.
Su influencia fue mucho más allá del mundo judío. Tuvo, por ejemplo, un papel notable en la lucha contra la matanza de Ruanda y en la defensa de los derechos humanos en distintos lugares del planeta. Peres, que también recibió el Nobel de la Paz, comentó ayer que para él Wiesel era la voz de la conciencia humana.