Guardiola ya seduce
El City presenta a su nuevo entrenador, con la afición entregada en su primer día
It begins. Y así comienza. Nuevo escudo. Nueva equipación. Nuevo entrenador. Nueva era. El Manchester City dio inicio a una segunda vida. Sin dejar de lado al pasado, los citizen subieron el telón para arrancar la función. El protagonista no podía ser otro que Pep Guardiola, el nuevo mánager del equipo azul celeste. Llegó en taxi a la ciudad deportiva de su nuevo club, saludó a sus jefes Ferran Soriano y Txiki Begiristain e inició la inmersión en la que será su casa por tres años.
En un acto multitudinario en la City Academy con casi 6.000 seguidores, el club preparó un festival para todas las edades con el colofón final de la presentación del técnico más esperado. Por momentos pareció la llegada de un mesías. Los aficionados estallaron de júbilo, como si en el escenario estuviera el Elegido. Si hay alguien capaz de catapultarles, es él, piensan.
De momento, ya tiene su propia canción. Muy inglesa. Con la melodía de Seven nation army de los White Stripes, los hinchas se esmeraron en pronunciar muy bien “Oh, Pep Guar-di-ooola” justo después de que el entrenador interactuase con ellos. “Primero tengo que conocer a mis jugadores”, avisó el técnico, que inicia hoy mismo los entrenamientos. “Tengo que abrazarles y patearles el culo de vez en cuando”, bromeó para delirio de los presentes. Con una expresión tan nativa como inesperada, se ganó inmediatamente a sus nuevos aliados. A los norteños les gustan los técnicos con carácter, aquellos que exigen a sus jugadores compromiso y valores.
“Sé que los jugadores tienen calidad. Pero tienen que demostrarlo en el futuro. Los aficionados no vienen al campo a recordar lo que se hizo en el pasado. El pasado es pasado. Quiero crear algo especial”, apuntó después. El catalán acepta la aventura del City, quizá la más complicada de su carrera. “Estoy aquí porque es un reto. He demostrado de lo que soy capaz en Barcelona y de nuevo en Alemania y ahora quiero intentar demostrarlo aquí, con los fantásticos jugadores que tiene el Manchester City y aquellos que se unirán a nosotros. Para mí lo más importante es que nuestros aficionados disfruten. Después de eso quizá vengan títulos, pero si los seguidores no están orgullosos, no sirve de nada”.
La academia del club tiene unas grandes instalaciones. Ese algo especial de lo que habla Guardiola tiene que venir de abajo, de ahí que el primer lugar que visitó el de Santpedor fue el campo en el que los sub-14 estaban entrenando. Desde la escuela hasta el primer equipo, quiere una filosofía que va mucho más allá de los números y dibujos en la pizarra. Algo que le recuerde a sus años en la piedra filosofal blaugrana. “Antes de la táctica está el espíritu de equipo. Me gustan los jugadores que piensan en cómo ayudar al club y no en cómo el club puede ayudarles a ellos. Yo hago mi trabajo para la gente. El mayor premio es ver que les haces felices con lo que haces. Y si ganamos, mejor aún”, fotografió.
Antes de la presentación oficial, el catalán tuvo la oportunidad de ver todas las instalaciones de su casa, comprobar que tiene una taza con sus iniciales para cuando necesite dosis de té extras, unos DVD del culebrón Coronation
Street, que está ambientado en las calles de Salford, y una guía para descubrir los mejores rincones
mancunians. También supo que en Noel Gallagher tendrá el mejor compañero de pints en los mejores pubs de Lancashire. “Si me enseñas los mejores bares para tomar una cerveza, yo te puedo contar algunas cosas de fútbol”, bromeó con el exintegrante de Oasis.
Con su inglés rico en vocabulario, si bien un poquito americano, cada frase que terminaba el catalán acababa con una ovación. Salvo con una respuesta. Se atrevió un aficionado a viva voz con una pregunta incómoda: “¿Traerás a Messi? “Parece un buen jugador, ¿verdad?”, empezó con una sonrisa. “Pero lo siento mucho, Messi tiene que terminar su carrera en el Barcelona”, sentenció.
Sólo ahí hubo un silencio incómodo. Arranca la era Pep. Y los citizen se atreven a soñar.