‘Premier show’
Guardiola, Mourinho e Ibrahimovic prometen un circo continuo
Josep Guardiola y José Mourinho ya no son entrenadores, son gurús que han de traer el maná del buen fútbol, de los títulos o de ambos. Zlatan Ibrahimovic ya no es un delantero, es un personaje que va a estar constantemente en los golosos medios británicos por lo que diga, por lo que no diga, por los goles que meta o por los que no meta. La Premier League va a ser más que nunca la Premier show, con el epicentro de las vanidades y del morbo en Manchester. Ayer el City presentó a nivel popular a Guardiola en un acto con aficionados, mientras la parte red devil de la ciudad se prepara para convertirse a un mourinhismo que se ha cobrado la primera víctima ,la de Ryan Giggs, que abandona el United tras 29 años en la casa porque, por decirlo suavemente, los dos no iban a empatizar.
Todo huele a nuevo y a un poco artificial cuando uno visita el Etihad Stadium. Las instalaciones, la manera de proceder de la entidad, su salto adelante como club rico desde hace poco tiempo y la falta de exigencia de sus seguidores, que no suelen apretar a sus futbolistas, acostumbrados como estaban en el pasado a transitar sin pena ni gloria por el fútbol inglés... En cambio, en Old Trafford todo tiene aroma de tradición, de pasado glorioso, de programas de mano (es una costumbre en Inglaterra) de partidos para el recuerdo. En el estadio del United se siente la grandeza. En el del City se palpa la riqueza.
Desde este punto de vista hubiera cuadrado más Guardiola en el Manchester United, un equipo con gusto por el buen fútbol en su historia, mientras Mourinho e Ibrahimovic daban un perfil adecuado para el City, conjunto mucho más de chequera que de abolengo y donde su vitrina está muy poco poblada. Se ha producido una especie de cruce de cromos en el que Guardiola se enfrentará y será vecino de sus dos principales antagonistas en su carrera de entrenador, el portugués capaz de motivarle y de desesperarle con sus tretas y el sueco que le perdió el respeto al no manejar los mismos códigos futbolísticos y de vestuario.
No disputarán el primer derbi en la Premier hasta el 10 de septiembre, pero en verdad lo están jugando desde el momento en que se oficializaron sus fichajes, como si se repitiera en un bucle aquella imagen del 2010 en la que Guardiola daba instrucciones a Ibrahimovic en el Camp Nou y se acercó por detrás un provocador Mourinho. Aquel fue el último partido grande de Ibra con el Barça, antes de que se destapara la caja de los truenos. Una caja que promete nuevos episodios esta campaña.
Por si dejan de mirarse de reojo alguna vez Mourinho y Guardiola aparecerán por el teatrillo de la Premier otros personajes de armas tomar como Antonio Conte (Chelsea), Claudio Ranieri (Leicester), Arsène Wenger (Arsenal) o Jürgen Klopp (Liverpool). El fútbol puede quedar muy en un segundo plano.
MÁS ALLÁ DEL JUEGO Cada rueda de prensa y cada acción desde el banquillo darán que hablar tanto o más que un buen gol