La Vanguardia

Contador no se recupera

El líder del Tinkoff vuelve a caerse y en un final de alta tensión pierde 48 segundos

- XAVIER G. LUQUE Cherburgo Enviado especial

“Físicament­e estoy muy penalizado”. De esta manera tan rotunda analizó Alberto Contador su situación actual. Ayer volvió a caerse (“esta vez he pegado con el otro lado del cuerpo”) y lo cierto es que cuando llegó su terreno, cuando la etapa se jugaba en un puerto de tercera, corto y seco, no pudo ni resistir el ritmo de los mejores. Contador cedió ayer 48 segundos. En una subidita de nada para un ciclista de sus cualidades. Y como bien dice, “lo peor no es el tiempo perdido, lo peor es que tengo el cuerpo magullado”.

El Tour ofreció ayer la primera confrontac­ión entre los favoritos. El ganador y nuevo líder en la meta de Cherburgo fue el eslovaco Peter Sagan, un crack de la bicicleta que ahora cambiará el maillot de campeón del mundo por el amarillo del Tour. Y eso que ni él sabía que era el vencedor del día. “Pensaba que habían llegado dos corredores por delante. He hecho el sprint creyendo que luchábamos por la tercera plaza [por eso ni levantó los brazos]. Cuando me han dicho que no, que había ganado, he tenido una alegría inmensa”. Como la de su patrón, el multimillo­nario ruso Oleg Tinkov, que cierra el equipo este año, y que también tuvo unas palabras para Contador: “Alberto es un luchador y sigo creyendo en él. También se cayó en el Giro y después lo ganó”.

Pero Contador no chuta. El golpe del sábado le pasa factura y además ayer se vio implicado en un nuevo incidente, cerca del kilómetro 60. “Tony Martin se ha caído delante de mí, y yo también he ido por los suelos. El ciclismo es así. No puedo pedalear como querría, tengo los dos costados del cuerpo tocados y al final, como sabía que acabaría perdiendo tiempo, he intentado situarme cuanto más adelante mejor. Pero ni así. Ahora tenemos que pensar día a día, y a ver cómo me encuentro cuando llegamos a los Pirineos”, comentó.

El incidente del ciclista madrileño afectó a más de medio pelotón. Fue tan numeroso el grupo de descolgado­s que el pelotón principal decidió que había que frenar y esperar. Todo sucedió a la altura de Coutances, un pueblo que, sin haber acogido nunca un final de etapa, está ligado a la historia de la carrera. Fue aquí, en el café de la estación, donde el ilustre cronista Albert Londres entrevistó a los hermanos Pélissier, Henry y Francis, durante el Tour de 1924. Y delante de unas tazas de chocolate caliente le explicaron las miserias del ciclismo: “El Tour es un calvario. Más todavía, porque el Vía Crucis tenía catorce estaciones, y el nuestro, quince. Esto, mire, es cocaína para los ojos, esto otro, cloroformo para las encías, y aquí tiene la pomada para las rodillas. ¿Píldoras, quiere ver píldoras?” Y aún añadían: “Usted no ha visto el baño, en la meta. ¡Pague por el espectácul­o! Sin el barro vamos blancos como sudarios, la diarrea nos vacía, perdemos el conocimien­to dentro del agua... Estamos en carne viva, las uñas de los pies... pierdo seis de cada diez, mueren poco a poco en cada etapa...”. Londres dejó escrita la leyenda de los que él bautizó como Los esforzados de la ruta.

Pasado Coutances y olvidado el Café de la Gare, (que ya no existe), la etapa continuó su camino. De los

LA DECEPCIÓN “Físicament­e estoy muy penalizado; lo peor no es perder tiempo, sino que tengo el cuerpo magullado”

CAMBIO DE LÍDER Sagan gana creyendo que llegaba tercero, Nibali y Pinot pierden 11s y Porte pincha y llega a 1m45s

escapados del día finalmente sólo resistió uno, el joven belga Jasper Stuyven (24). Pero sufrió un desfalleci­miento dramático en la subida a la cota de La Glacerie y los lobos del gran grupo se lo comieron crudo. A sólo 450 metros de una victoria que le habría dado etapa y liderato. Terrible decepción después de más de 180 kilómetros de fuga.

Pero Stuyven y Contador no fueron los únicos vencidos por la desgracia. Cuando mejor iba su equipo y mejor le estaban preparado el asalto final, Richie Porte pinchó la rueda de atrás y vio cómo perdía toda esperanza. ¡En la meta cedió un minuto y 45 segundos! Un castigo igualmente terrible para el australian­o del BMC.

En la lucha por la victoria de etapa intentó meterse Purito, pero sin fuerzas. “Lo he probado, pero es evidente que iba muy justito”, dijo. En cambio Valverde tuvo más opciones (tercero en la meta). “He intentado colocarme bien, iba a rueda de Matthews porque pensaba que tendría más piernas. Cuando he visto que no, he reaccionad­o, pero ya era demasiado tarde para superar a los dos de delante”. Sagan primero y Alaphilipp­e segundo. Los únicos que entraron antes que Valverde, que ahora es tercero de la general. En los tirones finales también perdieron tiempo Nibali i Pinot: 11 segundos. El Tour tendrá hoy un día para restañar heridas y segurament­e sprint final. Pero aquí nunca se sabe...

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Peter Sagan no levantó los brazos porque pensaba que hacía tercero; a la derecha, Alaphilipp­e, segundo, y al fon
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CHRISTOPHE ENA / AP ndo, Valverde, que entró tercero

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