TP Ferro exige al Estado 25 años más de concesión para evitar la quiebra
Bancos y fondos rechazan un plan que pasa por capitalizar 292 millones de deuda
TP Ferro, concesionaria del túnel ferroviario de El Pertús entre España y Francia, ha puesto sobre la mesa su plan para evitar la liquidación y el largo proceso arbitral que se derivaría del fiasco definitivo de la compañía. Hace unos días, la empresa controlada por ACS y Eiffage –en concurso de acreedores desde septiembre del 2015 con una deuda de 560 millones de euros– presentó su propuesta de convenio de acreedores en el juzgado mercantil de Girona.
El plan de pagos admite lisa y llanamente la imposibilidad de la empresa de subsistir sin lograr el reequilibrio patrimonial, que pasa por pagar una mínima parte de la deuda y, sobre todo, extender 25 años más la concesión, hasta el 2082 frente al 2057 previsto en la actualidad.
La causa de la insolvencia de TP Ferro y de su incapacidad de ser rentable a medio plazo es la infrautilización de esta vía por el retraso en la construcción del corredor mediterráneo, una realidad que vale tanto para el momento actual como para los próximos años. Sin apenas trenes, los ingresos no permiten devolver la deuda ni cubrir los mínimos gastos de funcionamiento.
Como consta en la propuesta de convenio, la empresa prevé tener en los ejercicios venideros un déficit de caja de 18,3 millones. Para orillarlo, ACS y Eifagge están dispuestas a conceder cada una a TP Ferro un préstamo de 10 millones con un 10% de interés anual, condicionado al acuerdo en el resto del plan.
En lo que respecta a los bancos y fondos, a los que la empresa debe 392,6 millones, el plan es duro y exigente, pues solo admite como sostenible una deuda de 100 millones que se pagaría dentro de diez años. El resto, 292,6 millones, se convertiría en un crédito participativo que se iría devolviendo con cargo al 66% del flujo de caja que se obtenga entre el 2027 y el 2057.
Para hacer más “atractiva” la propuesta, TP Ferro ofrece a sus acreedores financieros un bonus equivalente al 49% del flujo de caja de la concesión entre el 2057 y el 2082.
El resto de la deuda, los 165,4 millones que TP Ferro debe a sus accionistas y al Ministerio de Fomento, también se pagarían, en el mejor de los casos, dentro de diez años. En este caso, el tipo de interés que se ofrece es de tan sólo el 1,25%.
Los acreedores financieros ya han rechazado apoyar el convenio por inasumible. “No se negocia, no hay ninguna posibilidad de que lo aprobemos”, comentan fuentes financieras. Los bancos entienden que es mejor que TP Ferro vaya a liquidación, se resuelva el contrato y que la administración concursal defienda en el arbitraje internacional previsto en el contrato la compensación económica para la empresa y sus acreedores.
La compañía, pese a las enormes dificultades a las que se enfrenta, no tira la toalla. En las últimas semanas ya se ha pedido informalmente a Francia y España la prórroga de 25 años de la concesión. Las dos administraciones tienen también en sus
La empresa cree que el plan se ajusta a una realidad muy dura, pero los acreedores optan por la liquidación
manos la propuesta de convenio. TP Ferro entiende que no hay más cera que la que arde y que la realidad –tráfico muy escaso, retraso en la construcción del corredor mediterráneo e ingresos bajísimos– conduce a una salida dolorosa pero inevitable.
Formalmente, los bancos y los fondos tienen hasta el próximo 15 de septiembre para adherirse al convenio. Salvo que se produzca un aplazamiento, ese día se celebrará la junta de acreedores en Girona.
En el caso de que no se apruebe el convenio, Hugo Novales, el juez mercantil, abrirá la fase de liquidación. Pase lo que pase, tanto la empresa como el Ministerio de Fomento español y su equivalente en Francia han asegurado que el servicio ferroviario que transcurre en los 44 kilómetros de vía de la concesión está asegurado.