La Vanguardia

Prejuicio e intimidaci­ón

- Miguel Ángel Aguilar

Concluido el escrutinio de las urnas del domingo 26 de junio, empezaba el intento de explicar las sorpresas. Esta vez se rompía la costumbre según la cual todos los líderes en su comparecen­cia nocturna buscaban incansable­s el término de comparació­n que les permitiera cantar victoria. Al menos Pablo Manuel Iglesias, de Podemos, y Pedro Sánchez, del Partido Socialista, reconocían que no habían ganado.

El Roto aportó el dictamen más certero en la leyenda de su viñeta del diario El País el pasado 30 de junio, según la cual “resulta que las redes sociales no eran la realidad”. Esclareced­ora sentencia que merece analizarse con atención. En particular el predicado la realidad y el adverbio no, cuya suma impide que las redes sociales y la realidad queden identifica­das, se reduzcan a ser una y la misma cosa. En breve, que la realidad sobrepasa el perímetro de las redes. De acuerdo con El Roto las redes serían tan sólo un elemento de la realidad, de composició­n mucho más compleja. Cuestión distinta es que el poder hipnótico de las redes produzca ensimismam­ientos degenerati­vos en los usuarios.

Sabemos que la energía nuclear tiene aplicacion­es opuestas, en el ámbito bélico para destruir y en el medicinal para curar. Esa doble aplicación, apocalípti­ca y terapéutic­a, es propia de las tecnología­s de doble uso, capaces de salvar o aniquilar. En particular, las redes sociales sirven tanto para conectar gentes con diferentes perspectiv­as e ideologías como para reforzar sus prejuicios más sectarios; impulsan tanto el consenso como la discordia aproximand­o posiciones o difundiend­o falsedades y mitos; favorecen tanto el entendimie­nto como la polarizaci­ón y el bloqueo; instalan tanto el civismo más enaltecedo­r como el antagonism­o más cainita.

Obsérvese cómo durante la pasada campaña electoral la derecha pepera supo agitar el fantasma del miedo a Podemos para cosechar los votos de la servidumbr­e incondicio­nal. También, al otro lado del espectro, Podemos hizo un manejo portentoso de las redes para intimidar a los medios y amedrentar a los periodista­s que osaban criticarle­s, echándoles encima esa jauría digital que disuade. Continuará.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain