La Vanguardia

El rostro de Bovary

NICOLE COURCEL (1931-2016) Actriz francesa de cine, teatro y televisión

- ÓSCAR CABALLERO

Gran estrella del cine francés entre 1940 y 1970, reconverti­da con éxito como protagonis­ta de ficciones televisiva­s, de Madame Bovary a Diálogo de Carmelitas, Nicole Courcel murió en París a los 84 años. Una enfermedad cerebral, próxima del alzheimer, había frustrado sus últimos proyectos.

Nacida Nicole Andrieu, en Saint-Cloud, suburbio residencia­l en el oeste de París, la escuela Simon, competenci­a del Conservato­rio en la formación de comediante­s franceses, le dio las bases del oficio. Y la suerte, un papel visible, a sus 18 años, en Rendezvous de juillet (1949), de Jacques Becker, retrato de la juventud de Saint-Germain-des-Près, con el jazz como banda de sonido. A su lado, otro par de futuras estrellas: Daniel Gelin y Maurice Ronet. Su personaje se llamaba Chrisine Courcel; Nicole se queda con ese apellido.

Ese mismo año, primer protagónic­o, en La Marie du Port ,ycon otro director de talla, Marcel Carné. El argumento es de Georges Simenon y su compañero de cartel es Jean Gabin, que, acaso porque fue un auténtico héroe de guerra entre una mayoría de franceses que se quedó en casa, tuvo problemas para recuperar su estatuto de los 1930.

En cualquier caso, Nicole encadena rápidament­e con su primera comedia, el género que le dará larga fama en el cine. Bella pero también actriz segura, con una voz reconocibl­e, Nicole cosecha buenas críticas y eco en el público de aquella calidad francesa de un cine que funcionará tanto en el país como en el mundo, antes de ser fulminado por la nouvelle vague.

Courcel acompaña incluso los primeros pasos de la novedad y se la verá todavía en un filme de culto, Les dimanches de Ville d’Avray, 1962, de Serge Bourguigno­n y en Les Créatures, una película poco conocida de Agnès Varda.

El de Courcel fue un rostro frecuente, también, como embajadora del cine francés en el mundo, habitual de los festivales de San Sebastián a Cannes, de Punta del Este a Moscú. En 1959, en la capital por entonces soviética, protagoniz­ó una difundida polémica con el director del VGIK, la gran escuela de cine, a la que acusó de practicar “un sistema pedagógico que, con la excusa de dar oportunida­des a todos, nivela los talentos con el mínimo común denominado­r”.

El teatro le da una segunda vida, siempre con la misma popularida­d y papeles importante­s como el que la confrontó, en 1954, en Las brujas de Salem ,de Arthur Miller, a Yves Montand y Simone Signoret. Simultánea­mente, triunfa en la televisión, donde alterna grandes personajes como su recordada Madame Bovary con comedias y series de larga vida.

En 1974, la maternidad cambió su vida. Nicole Courcel vivía con un hombre mucho menor que ella, casado, y se quedó embarazada. Unos meses después, él la abandonó. Nació la que hoy es Julie Andrieu, la más popular de las animadoras de programas de cocina de Francia, después de haber sido fotoperiod­ista de Paris Match, crítica gastronómi­ca en una guía importante, todo esto tras una adolescenc­ia marcada por una grave bulimia y anorexia.

Por algo Nicole Courcel tituló Julie Tempête (tempestad) el libro de recuerdos que publicó en Robert Laffont, en 1980, para contar la relación casi de fusión que la unió a su hija. Julie Andrieu fue quien anunció a la prensa el fallecimie­nto de su madre.

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STR / AFP

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