Las tarjetas ‘black’, a escena
Simona Levi dirige en el Poliorama un montaje que parte de miles de correos de Miguel Blesa para mostrar cómo la política convirtió una caja en lugar de saqueo
Su autora y directora no está del todo segura de que puedan seguir representando la obra tras el estreno de esta noche. Teme que alguno de los aludidos en escena –“los abogados dicen que nos lo chapan nada más vernos”– vaya corriendo al juzgado a parar las funciones en el Poliorama. Pero en todo caso la combativa Simona Levi está segura de que el estreno de esta noche de Hazte banquero. Tarjetas black: todo lo que quisieron ocultarte contado con sus propias palabras se hará. Las funciones del jueves y el viernes, ya se verá. Y esta noche la artista y activista, que ha estado volcada en los últimos años en la plataforma Xnet, que recibió la filtración de miles de correos electrónicos del presidente de CajaMadrid, Miguel Blesa, y en el colectivo 15MpaRato, que ha impulsado el caso Bankia en la Audiencia Nacional por las preferentes y por las intensamente usadas por sus titulares tarjetas black, sube a escena la continuación de la lucha de Levi de estos años mediante una obra que, dice la italiana, es dramática pero sobre todo absurda y cómica. Y que busca que ante el inminente juicio, cuya instrucción está a punto de acabar, el tema no caiga en el olvido y termine impune.
Un caso Bankia que, recuerda, tiene decenas de imputados entre los que hay políticos del PP, el PSOE, IU, sindicalistas de CC.OO. y UGT, miembros de la patronal... lo que para ellos muestra el sistema de connivencia, abusos e impunidad sobre el que se asienta nuestra democracia. Levi recuerda que tenían “un buzón anónimo para que la gente enviara pruebas, evidencias de que la crisis no la habíamos creado nosotros, yo desde luego no la creé”. Y esas pruebas les llegaron: los correos electrónicos de Miguel Blesa, correos que el que había sido presidente de CajaMadrid había enviado y recibido entre 1996 y 2009. Unos correos, hasta 8.000, con los que tras una exhaustiva selección muestran desde la sala de máquinas cómo se crea una crisis. Y cómo alguien puede enfrentarse a los abusos de poder: “Lo más fuerte que hemos aprendido es que llevar a juicio a políticos y banqueros no es tan difícil. Esta obra invita a llevar a juicio al banquero más cercano. Él lo haría por nosotros. Lo difícil en realidad es que la opinión pública sepa que llevarlos a juicio lo ha hecho gente normal. La historia la estamos construyendo la gente y la gente tiene derecho a conocer su historia”.
Y añade que es “un espectáculo cómico” porque se muestra que todos los negocios que hacía la caja iban directos al desastre excepto “la estafa a los preferentistas”. “Vemos además su modus vivendi. Hay una preocupación importante, que roza el nivel de pánico, en una cena de consejo de administración por si se debería cambiar la añada del vino. Vino que se podía pagar a 747 euros. Hemos eliminado las citas de amor sólo porque eran muy tristes y deprimentes, sólo incluimos la información no privada que tiene que ver con la quiebra del Estado”, ya que recuerda que Bankia supuso un coste de miles de millones de euros a las arcas públicas que hemos pagado “con recortes y más recortes y vidas destruidas”.
La obra muestra, señala, cómo votaba, cobraba y vivía el consejo de administración de la caja, donde estaban todos los partidos, sindicatos y patronal. Luego aparecen las preferentes y correos donde literalmente se dice que han engañado a los clientes. Por último, llega la tragedia shakespeariana, la resistencia de Blesa a irse tras 12 años de poder. Protagonizada por Josep Julien, Albert Pérez, Elies Barberà y Agnès Mateus, la obra tiene como personajes principales a Blesa y a Rodrigo Rato, a quien le pasó el testigo al frente de la caja y que acabó de “rematar el asunto con la estafa de la salida a bolsa”.
La directora está segura de que los aludidos intentarán parar las funciones de la obra