El último embajador francés
Samuel Umtiti, discreto en su debut con la selección, será el vigésimo galo en las filas del Barcelona
“Ya lo veréis”, respondió Samuel Umtiti con una sonrisa de confianza a la pregunta de si se ve con suficiente nivel como para jugar en el Barcelona. El central del Olympique Lyonnais de origen camerunés, que acababa de debutar con a selección absoluta en la victoria de Francia contra Islandia, será el vigésimo futbolista francés en el club blaugrana, un camino que abrió Henry Normand hace más de un siglo y que ha producido más decepciones que éxitos. En Lyon, tanto en el club como por parte de la afición, se da por hecho que el defensa zurdo de 22 años posee las cualidades para convertirse en el complemento de Piqué en el eje de la defensa blaugrana, especialmente porque está habituado a jugar lejos de su portería, es veloz y su evolución es tangible una temporada tras otra. Aunque su discreto estreno en la Eurocopa no aporta muchas referencias sobre un futbolista del perfil de Abidal, que también llegó al Barça procedente del OL y avaló el fichaje de Umtiti describiéndolo como una figura de clase mundial. “Para ser un debut estoy satisfecho, aunque sé que todavía puedo aportar más”, reconoció Umtiti al salir del vestuario de Saint-Denis.
Desde que Laurent Blanc fue del Auxerre al Barcelona en 1996 el club blaugrana casi siempre ha tenido algún jugador francés en nómina. “Cuando me llamó el Barça le pregunté a mi hijo mayor si prefería seguir en Valencia con sus amigos o que su padre jugara con Messi. Y no dudó al decir que me fuera a jugar con Leo”, explicó en su día Jéremy Mathieu, el penúltimo embajador francés; central, como buena parte de los compatriotas que han actuado en el Camp Nou desde Blanc.
Umtiti se enfrentará a una historia fracasos galos en el eje de la retaguardia blaugrana. El elegante Blanc llegó a petición de Cruyff, pero se encontró a Robson en el banquillo y sólo cumplió una tem- porada. Posteriormente, Déhu y Petit –que en el Arsenal destacaba como pivote defensivo y no se adaptó a la defensa– también duraron un año. Christanval aguantó dos, pero como si no hubiera estado ninguno, y Thuram llegó cerca de la fecha de caducidad, con 34 años, y colgó las botas después de 41 partidos con el Barça. Abidal (2007-13) rompió esta cadena de decepciones, se recuperó de un primer curso mediocre y se convirtió en un estandarte del equipo de Guardiola, principalmente como lateral izquierdo, pero con frecuentes y exitosas funciones en la demarcación central. La trayectoria de Mathieu después de dos temporadas tampoco puede catalogarse como frustrante, en el sentido de que ha respondido a lo que puede exigirse de un defensa que entró en el Camp Nou como complemento y con 31 años, aunque su coste (20 millones) se aproxima al de Umtiti y sigue siendo la cifra más elevada pagada por un defensa mayor de 30 años.
Umtiti afronta el desafío de parecerse más a Abidal que a cualquiera de sus antecesores franceses en el Camp Nou. Antes de estampar la firma en el contrato que le ligará al Barça por cinco temporadas desearía ampliar su trayectoria en la Eurocopa, pero su retorno al banquillo es más que factible una vez Rami ha cumplido el partido de suspensión. “Será decisión del entrenador, él deberá hacer su elección y yo aceptarla”, argumentó. En el conjunto bleu Sam no ha adquirido todavía la condición de intocable de que disfruta en Lyon desde hace un par de temporadas.
Uno de los mayores períodos sin representación francesa en el vestuario barcelonista fue el que transcurrió entre la despedida de Lucien Müller en 1968 hasta el fichaje de Blanc en 1996. Junto a Abidal, el galo más influyente en la historia blaugrana fue Thierry Henry, autor de gol goles en el mítico 2-6 del Bernabeu y actor principal en el primer triplete de la historia en su segunda temporada en el Camp Nou. En el polo opuesto figura una buena lista de desastres que perfectamente podría ejemplificar Ludovic Sylvestre, cuyos méritos se reducen a la disputa de dos partidos en 2006.
ALGUNOS ANTECESORES Blanc, Déhu, Christanval o Thuram, centrales franceses que defraudaron en el Camp Nou
LA CONFIANZA “Ya lo veréis”, responde Samuel a la pregunta de si está al nivel para jugar en el Barcelona