Mas ultima una nueva dirección joven y con una mujer de número dos
La consellera Munté desempeñará un papel relevante en la Convergència refundada
La travesía hacia el congreso de refundación de Convergència de este fin de semana comienza a despejar incógnitas. Artur Mas comparece hoy para proponer un “nuevo concepto” en la mesa de debate, pero la discusión sigue sobre la estructura orgánica que tendrá el futuro partido. La apuesta del expresident se basa en dibujar una dirección colegiada en la que la consellera Neus Mun- té tenga un papel destacado sin abandonar el Govern y con una amplia representación territorial y de valores jóvenes.
Una vez despejada la incógnita de que Artur Mas continuará como presidente de la fuerza política que se creará en sustitución de CDC, pero sin funciones ejecutivas –de acuerdo con el texto de la propuesta de bases organizativas que se votará este fin de semana en el congreso de fundación del nuevo partido–, ahora la duda está en saber quién será el número dos. El puesto es de enorme trascendencia, por cuanto en la práctica será el que tendrá el mando ejecutivo de la formación por detrás de un presidente que será su máxima representación institucional, y tres nombres, todos de mujeres, suenan con fuerza para ocuparlo: Neus Munté, Mercè Conesa y Marta Pascal.
La idea es articular una candidatura de consenso, rejuvenecida, que aglutine todas las sensibilidades existentes hoy en CDC, para que asuma la dirección del nuevo partido, la llamada dirección ejecutiva, que será un órgano integrado por doce miembros –que serán votados en bloque en otro congreso que se llevará a cabo el día 23– y que se organizará de forma colegiada o tendrá al frente a un secretario general según decidan los asociados (el nuevo nombre que tendrán los militantes). La confección de esta candidatura de amplia base la es- tá pilotando personalmente el propio Artur Mas, en plena coordinación con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y desde hace días está manteniendo reuniones con varios dirigentes para sondearles acerca de su disposición a formar parte de ella.
La voluntad inicial del líder de CDC es que el órgano de dirección lo comande Neus Munté. La consellera de Presidència siempre ha preferido quedarse en el Govern y Carles Puigdemont también la quiere a su lado, pero al mismo tiempo siempre se ha mostrado abierta a estudiar todas las posibilidades, lo cual podría conllevar que a la vez estuviera también en la cúpula del partido. Una alternativa sería la de Mercè Conesa, alcaldesa de Sant Cugat del Vallès y presidenta de la Diputación de Barcelona, cuyo nombre ha estado en todo momento encima de la mesa. Y aún una tercera salida pasaría por Marta Pascal, actual portavoz de CDC, uno de sus más sólidos valores al alza y cada vez con mayor ascendencia. Por quién se acabará decantando la balanza dependerá de diversos factores, entre ellos de si la dirección ejecutiva es colegiada, que es por lo que se inclina la cúpula actual, o cuenta con secretario general –la existencia de la figura no dejará de tener una interpretación en clave sucesoria de Artur Mas– y de cómo queda el régimen de incompatibilidades con los cargos institucionales, electos incluidos, que, en cualquier caso, será mucho menos estricto de lo que era previsible.
Además del número dos, y hasta completar los doce miembros, la candidatura de consenso incluirá una nutrida representa-
Munté está dispuesta a ejercer un papel en el nuevo partido sin dejar el Govern y Turull pierde opciones Trias presidirá el último congreso de CDC y Mas presenta hoy un “nuevo concepto” sobre la refundación
ción de la estructura territorial de CDC, como muestra, sobre todo después del ascenso de Carles Puigdemont a la presidencia de la Generalitat, de que el poder local es el que mejor le ha funcionado al partido en los últimos años. Entre los nombres que más suenan están alcaldes como Albert Batalla (La Seu d’Urgell), Albert Batet (Valls), Miquel Buch (Premià de Mar), Marc Castells (Igualada) o Marc Solsona (Mollerussa) y cuadros territoriales como David Bonvehí (Bages) o Maria Senserrich (Anoia). La mayoría de ellos, por su condición de diputados en el Parlament, tiene, además, una estrecha relación con Jordi Turull, que es quien en principio se había prefigurado como cabeza visible de esta candidatura, pero que con el paso del tiempo ha ido perdiendo peso.
La transversalidad de la candidatura podría completarse con la presencia de nombres considerados más de perfil ideológico, como es el caso de Marc Guerrero, del sector liberal de CDC, o de Santi Vila, que suena siempre en todas las quinielas. Y también con algún independiente, si bien desde hace tiempo en la órbita del partido, como es el caso de Míriam Nogueras, diputada en el Congreso, o Miquel Àngel Escobar, delegado del Govern en Barcelona. La candidatura, de todos modos, no se oficializará hasta después del congreso del fin de semana de fundación de la nueva fuerza política, a partir del día 11, y dispondrá de unos diez días para hacer campaña –al estilo de lo que fueron las recientes primarias de las elecciones generales– antes de ser votada el día 23.
De momento, hoy Artur Mas tiene previsto comparecer en rueda de prensa con la intención de presentar un “nuevo concepto” que marcará el congreso de refundación, que ha sido su apuesta muy personal especialmente desde que dejó la presidencia de la Generalitat, así como el decimoctavo congreso de CDC, que será el último que celebrará después de más de cuarenta años de historia. Este último cónclave lo presidirá Xavier Trias, uno de los dirigentes más veteranos del partido, como muestra de reconocimiento a su trayectoria.