Santiago Nogué
TOXICÓLOGO DEL CLÍNIC
Santiago Nogué, de la unidad de toxicología del Clínic, así como José Manuel Mascaró (dermatólogo del mismo hospital) promueven, junto con el CSIC y la Obra Social La Caixa, un servicio pionero para reducir los daños de las medusas.
El hospital Clínic de Barcelona buscará un antídoto que neutralice el veneno que inoculan las picaduras de las medusas. Este es uno de los objetivos centrales del proyecto Reclaimed, que permitirá crear una unidad hospitalaria para aplicar un tratamiento específico personalizado a los pacientes afectados por picaduras graves de medusa. Esta unidad estará integrada por especialistas de toxicología y dermatología del citado hospital.
La investigación cuenta con el apoyo del CSIC y de la Obra Social La Caixa, que aportará 600.000 euros para un estudio que llevará a cabo un equipo interdisciplinario a lo largo de tres años.
La necesidad de dar respuesta médica a las picaduras de medusas surge como consecuencia del aumento de incidencias provocadas por la proliferación de enjambres, lo que a su vez se debe al subida de las temperaturas del mar, la menor depredación sobre estas especies y la mayor frecuentación humana de las playas.
Santiago Nogué, de la unidad de toxicología del hospital Clínic, destacó que “el veneno de las medusas no tiene antídoto”, a diferencia de lo que ocurre con el veneno de las serpientes o con el botulismo. Por eso, hasta ahora la respuesta se ha centrado en la aplicación de tratamientos contra los síntomas, mediante remedios destinados a aliviar los daños.
El proyecto Reclaimed estudiará cuáles son los mecanismos inducidos por el veneno en el ser humano y, a la vez, definirá las características epidemiológicas de los pacientes. El fin último es desarrollar una terapia eficiente para la mayoría de las personas afectadas, e investigar qué comparten los pacientes con una reacción adversa grave al veneno. Actualmente, se está dando formación a los socorristas para que recomienden a las personas afectadas que acudan al médico de cabecera si su situación se complica. También podrán tener un seguimiento telefónico desde el Clínic o incluso acudir al hospital. En este centro médico podrán formar parte de un estudio para ayudar a descubrir el comportamiento de este veneno.
José Manuel Mascaró, del servicio de dermatología del Clínic, destacó que los efectos de algunas picaduras pueden durar meses, y que por eso es necesario tener un conocimiento de cada especie, para disponer de protocolos de actuación en cada caso. Sólo entre un 5 o un 10 % de las personas afectadas presentan reacciones graves o de largo tiempo, aunque no existen datos.
Josep Maria Gili, investigador del Institut de Ciències del Mar del CSIC, precisó que el problema de la proliferación de las medusas “no es fácil de resolver” y no puede solucionarse a corto plazo, “aunque sí se pueden reducir sus consecuencias mediante la información y los planes de prevención y actuación. Más vale prevenir que curar”, resumió.
En el Mediterráneo, hay unas 350 especies diferentes, aunque en Catalunya sólo media docena son realmente las importantes. No obstante, ninguna playa registra la llegada de medusas más de 15 días durante la temporada de verano, y nunca más de tres días seguidos. El año pasado se produjeron en las playas catalanas unas 10.000 picaduras de medusas, aunque otros años puede duplicarse esa cantidad.
Los expertos destacaron que es clave una adecuada atención a pie de playa. Recomendaron como norma general retirar los tentáculos de la piel, limpiar la herida y aplicar frío en la zona, pero nunca directamente hielo, así como emplear gasas con soluciones biocarbonatadas. Una medida de protección muy eficaz es ponerse crema solar. También se sabe que si se produce una segunda picadura, ésta puede ocasionar reacciones inflamatorias con efectos más dañinos. Para reducir la presencia de medusas se ha demostrado ineficaz la recogida en redes, porque rompen los tentáculos, que siguen siendo urticantes.
Los afectados más graves podrán recibir atención telefónica en el Clínic y formar parte del estudio