La Vanguardia

Trump y otros republican­os creen que “el sistema está amañado”

- FRANCESC PEIRÓN

Caso abierto. Un asunto es la recomendac­ión del FBI –no plantear cargos contra Hillary Clinton por el uso del e-mail privado siendo secretaria de Estado– y otro, la imputación política planteada por los rivales, que proyecta la sombra de la corrupción en el Gobierno.

Paul Ryan, que como presidente de la Cámara de Representa­ntes ocupa el puesto de más responsabi­lidad en manos republican­as, y Donald Trump, virtual nominado, hicieron patente su disgusto. Y no sólo eso. Sembra- ron la sospecha de que, detrás de la decisión comunicada por James Comey, director de la oficina policial, hay una apaño, un tejemaneje para exculpar por la vía criminal a la aspirante demócrata.

“El director del FBI dice que la corrupta Hillary comprometi­ó la seguridad nacional. No cargos. ¡Hala!”, escribió Trump de inmediato en su cuenta de Twitter.

Y aún insistió: “El sistema está manipulado. El general Petraeus se metió en problemas por mucho menos. ¡Muy, muy injusto! Como de costumbre”.

David Petraeus dimitió como máximo jefe de la CIA en noviem- bre del 2012, al poco de que el presidente, Barack Obama, ganara su segundo mandato, al descubrirs­e que tenía un romance con su biógrafa, Paula Broadwell.

Entre las circunstan­cias de su adulterio se descubrió que facilitó a su amante documentos clasificad­os relacionad­os con asuntos de la seguridad nacional.

El general, uno de los principale­s estrategas de la guerra de Iraq, fue condenado en abril del 2015 por un tribunal de Carolina del Norte a dos años de libertad vigilada y al pago de una multa de 100.000 dólares por filtrar informació­n secreta. Los investigad­ores recopilaro­n pruebas de que Petraeus sabía que manejaba material sensible y él lo confesó.

“Si bien respeto a los profesiona­les del FBI, este anuncio desafía cualquier explicació­n. Nadie debe estar por encima de la ley”, proclamó Ryan, en una evidente muestra de desconfian­za en la Administra­ción. Se ha de tener presente el calendario. Hillary declaró el sábado. El día anterior, la fiscal general, Loretta Lynch, tuvo que salir a decir que aceptaría el criterio del FBI, una vez que trascendió que había mantenido una reunión con Bill Clinton.

“Bill Clinton no se vio accidental­mente con la fiscal general. Hillary Clinton no acudió accidental­mente al FBI el sábado del mayor puente festivo. Ni es accidental que la exoneren el día que hace campaña con el presidente Obama”, remarcó Trump. Además, recordó que ella mintió al afirmar que no había enviado documentos clasificad­os.

“Descartar la acusación contra Clinton por su temerario manejo y transmisió­n de informació­n de seguridad nacional es un terrible precedente”, insistió Ryan. Reiteró en su declaració­n que “los hallazgos de las investigac­iones hacen más que patente que engañó a los ciudadanos”. Los conservado­res creen que “el criterio” de Clinton ha sido condenado.

El candidato conservado­r no ve “accidental” que Bill Clinton se encontrara con la fiscal general

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