El año de los Señor Serrano
La premiada compañía barcelonesa estrena ‘Birdie’ en el Grec y abrirá temporada en el Lliure de Montjuïc con tres obras
Ser profeta en la propia tierra es tan complicado como que un camello pase por el ojo de una aguja. Y la barcelonesa Agrupación Señor Serrano lo sabe bien. Hasta hace poco de cada diez actuaciones, sólo una la realizaban en España. El resto, en Nueva York, Holanda, Italia, Francia, Chile, Brasil, China... e incluso en el país de los ayatolás: hace unos meses actuaron en Teherán. Su teatro con maquetas y con figuritas de animales, personas y cosas que parecen preparadas para jugar, con performers que manipulan esas maquetas y esas figuritas y con cámaras que lo graban en directo y lo proyectan en pantallas en las que también se ven con frecuencia fragmentos de clásicos del cine ha creado un sello reconocible y muy solicitado. Ahora por fin también aquí: en septiembre los Señor Serrano abren la temporada del Teatre Lliure de Montjuïc con tres de sus obras, todo un reconocimiento a una trayectoria que comenzó en el 2006 y que el año pasado les mereció el León de Plata de la Bienal de Venecia.
Y hoy el Grec, un festival que ya ha apostado antes por ellos, estrena en la sala Hiroshima Birdie, un montaje sobre el fenómeno migratorio actual que utiliza la famosa fotografía de José Palazón que tan bien muestra la división actual del mundo: dos personas juegan en un campo de golf de Melilla mientras al fondo unos emigrantes africanos están saltando la alambrada que separa el campo de golf de Marruecos. El montaje, que se podrá ver hasta el viernes, tenía como idea inicial comparar los movimientos de las personas con los de los pájaros, cu- ya naturaleza les lleva a no parar nunca. Pero apenas empezado el trabajo estalló la crisis de los refugiados. “Nos cuestionó la legitimidad de un artista para hablar de un tema en el que se juegan vidas y hay una posición paternalista y cínica como europeos”, dice Àlex Serrano, creador de la obra junto a Pau Palacios y Ferran Dordal.
Por eso decidieron tratar el tema de forma muy documentada, analítica, “no atacar a través de lo social sino de los hechos y figuras”. Y en la obra hay una mesa en la que los performers atacan por el flanco de los datos. Pero los Serrano también buscan la metáfora, el paralelismo de esas migraciones, y lo encuentran en la migración de los animales pero también en el propio movimiento, “el movimiento como vida desde el inicio del universo, nada se puede parar”, y en la idea de ciclo: “lo que sucede ya ha sucedido y volverá a suceder. Es un mensaje doble: uno, que esto no es el fin del mundo, otro, que ya ha pasado y volverá a pasar”. Además han conver-
‘Birdie’ aborda las migraciones con datos, maquetas, dos mil figuritas de animales y ‘Los pájaros’ de Hitchcock
tido a Palazón en personaje de ficción y hay una maqueta del campo de golf que fotografió. Y en escena hay un éxodo de dos mil figuritas de animales, que pasan por penurias y barreras. Y todas las noticias de un día de un diario acaban al final hablando de migraciones humanas, de dinero, genéticas, de aves... Y para que nada falte, y como remate, utilizan Los pájaros de Hitchcock. Si en la película se quitan los pájaros, dice Serrano, queda un drama psicológico con mucho interés. Lo que queda, señala, son nuestros miedos, fobias, unas aves que son como los inmigrantes saltando nuestras fronteras. Después de todo, concluye, “el miedo es una herramienta de control perfecto”.