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El Ayuntamiento de Barcelona prohibirá dentro de pocos días y durante todo el verano la circulación por el frente marítimo de patinetes eléctricos y segways, como los de la foto en el paseo Joan de Borbó.
El gobierno de Ada Colau prohibirá dentro de pocos días la circulación de segways por el frente marítimo comprendido entre el hotel W y la calle Marina. Además, los agentes de la Guardia Urbana tienen instrucciones de restringir en esta zona el paso de patinetes eléctricos no homologados. Dado el vacío legal al respecto, debido a que ni el Ayuntamiento ni otras administraciones cuentan con una regulación específica sobre la circulación de estos ingenios, casi todos los patinetes eléctricos que recorren la ciudad pueden ser multados.
Hasta ahora se había considerado que los que no pesen más de 25 kg, no lleguen a los 25 km/h y midan menos de 80 cm de ancho po- dían circular como si fueran bicicletas, pero los avances tecnológicos desfasaron estos criterios. Las sanciones serán de unos 90 euros. En el caso de los segways, las multas caerán principalmente sobre la empresa que organiza la excursión, dado que estos aparatos sólo pueden contratarse con un guía, y en el caso de los patinetes de alquiler libre, sobre el conductor. Si el comportamiento del conductor entraña un gran riesgo para otras personas, podrán superar los mil.
Se trata de una medida de carácter provisional, pensada para este verano, cuyo objetivo es poner fin a las crecientes molestias que sobre todo desde el año pasado crea la proliferación de nuevos medios de transporte muy vinculados al ocio y al turismo. Sobre todo en la Barce- loneta y el Gòtic y sus alrededores, la circulación de todos estos artilugios constituye un problema de convivencia. El Ayuntamiento intenta así ganar tiempo mientras ultima una norma que regule el tráfico no sólo de los segways y los pati- netes eléctricos, sino también de esas ruedas sobre las que el conductor se yergue en equilibrio, los monopatines con motor y de toda una suerte de trastos con aspecto de juguetes que pueden adelantar a un bus. El gobierno municipal ya dis- pone de una clasificación exhaustiva de estos nuevos medios de transporte. Ahora ha de delimitar de forma clara por dónde y de qué modo podrán circular por Barcelona.
La puesta en marcha de la nueva norma aún se demorará varios meses. El objetivo es que al menos esté lista el próximo verano. Ello se debe por un lado a las dificultades técnicas. El sector avanza a gran velocidad. Además, no proliferan normas similares en otras urbes. Los patinetes cogieron a las administraciones con el pie cambiado. Y la norma entrará en vigor gracias a una modificación de la ordenanza de circulación que ha de ser aprobada en el pleno. El Ayuntamiento de Colau ya trabaja con las empresas del sector, y también con el resto de grupos políticos, a fin de alcanzar el consenso necesario. Las empresas del sector están recibiendo la noticia con recelo ya que, al menos ayer, siquiera sabían cuándo se pondrá en marcha la medida. Los operadores de segways recuerdan que estos vehículos sólo pueden alquilarse en excursiones programadas, y que los problemas de incivismo vienen de la mano del alquiler de otros artilugios.