150.549,70 euros
Por fortuna nunca me he visto en una situación semejante. Debe de ser tan duro. No consigo ni tan siquiera imaginar lo que debe de ser llegar a casa, convocar a tu familia y espetarles a bocajarro una noticia como esa. ¿De dónde sacaste la entereza? ¿De qué material están hechos los titanes como tú? ¿Cómo decir a los tuyos que a partir del mes que viene papá pasará de cobrar una retribución bruta anual de 150.549,70 euros a una de 109.662 euros? El espectáculo debió de ser dantesco. Me imagino el impacto. La conferencia de Skype interrumpida, los hipidos y lamentos en tagalo, el aullido del labrador en el jardín, el desconsuelo de todos. Sobredimensionado dijeron que era tu sueldo. Sobredimensionado reverbera esa palabra en tu cabeza desde que Oriol Junqueras decidió que no podías cobrar por encima del salario de un conseller –109.663 euros–. Deberéis adaptaros a un nuevo escenario. Te adelanto que no será fácil. Habrá que hacer sacrificios, recuperar fondos, tanto dolor bursátil. El nivel de vida, obviamente, no podrá ser el mismo, pero contarás con los tuyos, con los amigos y las amigas de verdad. ¡Qué injusto!
Deberéis adaptaros a un nuevo escenario, te adelanto que no será fácil, habrá que hacer sacrificios
Como si tus últimos años no hubieran sido ya difíciles. Tratando de sobrevivir en un mundo que no entiendes. Tratando de aparentar que captas una realidad –¿por qué no decirlo?– extraña. Fingir que entiendes que haya gente que viva con pensiones de 400 euros. Que haya gente que no encuentra trabajo. Personas desahuciadas de su casa por no poder pagar la hipoteca o el alquiler. Entre gente que trabaja donde puede aunque no le guste. Que tiene hijos que estudian en la misma ciudad en la que viven. Sujetos que esperan meses para que les hagan pruebas médicas. Sobredimensionado. Ahora piensas que todo ha sido injusto desde el principio. La gente cree que uno cobra 150.549,70 euros (ahora 109.662 euros) brutos anuales porque sí. Que no se ha esforzado nunca. Que no has luchado para ser el mejor. Hay quien cree que uno está a ese nivel porque has nacido en una familia sobredimensionada. Que desde la guardería ya te procuraron una educación adecuada rodeado de los amigos adecuados. Que has estado afiliado a algún movimiento, partido o círculos de poder adecuados. Cuánta mentira. Alguno habrá, pero no es tu caso. Cuando uno gana 150.549,70 euros brutos anuales (ahora 109.662 euros) es porque su trabajo se merece todos y cada uno de esos euros. ¿Es que acaso alguien piensa que la Generalitat –recortes en sanidad, educación, obra social– pagaría 109.662 euros (hasta ayer, 150.549,70 euros) brutos anuales si no fuera porque sin ese trabajo Catalunya desaparecería?
No puedo ni imaginar la responsabilidad, el talento, la eficacia y el valor añadido de todas y cada una de las horas que has aplicado a tu trabajo en beneficio de nuestro país, sabedor de que se te pagaban esos 150.549,70 euros brutos anuales (ahora 109.662 euros) con nuestros impuestos. Sobredimensionado. Menuda tragedia: ¿qué vais a hacer a partir de ahora? ¿De qué vais a vivir?