Millonarios
El lector Antonio Bartolí envió hace unos días a este defensor una queja por una información publicada en la sección de Economía el jueves 23 de junio, en la que, bajo el titular “Los millonarios crecen un 50% durante la crisis”, se daba cuenta del aumento de la desigualdad económica en España desde el año 2008. El subtítulo de la información indicaba que “Los ultrarricos en España ya suman 193.000 personas” y el texto, que aclaraba en el primer párrafo que se trataba de un informe de la consultora Cap Gemini, incluía un destacado que decía: “Por primera vez, Asia ha arrebatado el liderazgo a Norteamérica en el número de millonarios”.
Al lector le pareció criticable que la noticia se hiciera eco “de un informe de una empresa privada” y que el redactor de la información lo asumiera sin más. “No se cuestiona por ejemplo que la existencia de más ultrarricos sin duda se debe a que antes no declaraban y ahora sí. Tampoco se cuestiona que 840.000 euros es una cifra inmensa en un país centroafricano por ejemplo, pero es casi nada en Europa occidental. En Catalunya, por ejemplo, no hay ni para comprar una segunda residencia en Alella. En principio, me parece poco adecuado para La Vanguardia un artículo con tintes demagógicos”, lamentaba el lector, quien señalaba también que “en el diccionario de la RAE, la palabra ultrarrico no existe”.
La sección de Economía argumentó en su respuesta que “el artículo efectivamente se hace eco de un informe de una empresa privada. Es un estudio que realiza desde hace más de veinte años Cap Gemini, con lo que tiene una trascendencia informativa ampliamente reconocida y se considera como referencia. De hecho, otros medios de comunicación, españoles e internacionales, se hicieron eco del mismo”. Añadía que “dar a conocer el estudio también sirve para generar reflexiones a posteriori ¬como las suyas–, que es uno de los papeles fundamentales de la prensa”. En cuanto a la palabra ultrarricos, la respuesta detallaba que “se trata de un neologismo que viene de una libre adaptación de la expresión inglesa HNWI. Aunque no esté en la RAE, cabe recordar que los medios de comunicación contribuyen constantemente a la evolución del lenguaje. Por ejemplo, hace años nadie hubiera escrito BCN por Barcelona o empleado la palabra sorpasso, tan de moda estos días”.
Al defensor le llamó la atención la reflexión del señor Bartolí sobre esos 840.000 euros que no dan para adquirir una vivienda en una localidad como Alella y quiso profundizar un poco más en la noticia. Efectivamente, las siglas HNWI provienen de High Net Worth Individual, que vendrían a ser individuos de alto poder adquisitivo, siendo considerados como tales los que poseen un patrimonio superior al millón de dólares (la cifra de euros citada), excluyendo residencia principal y bienes de consumo duradero, como se indicaba en la información.
Pues bien, el incremento de los HNWI en todo el mundo precisamente desde el 2007 ha propiciado la creación del subgrupo UHNWI, es decir, los ultrarricos como clase reconocida en los baremos financieros. En este caso se trata de quienes cuentan con 20 millones de dólares en capital disponible.
Sin duda la información tenía que haber sido más precisa al manejar estos conceptos, pero abordaba una realidad innegable. El número de millonarios y multimillonarios aumenta cada año a pesar de, o gracias a, la crisis. Y si, como señalaba el lector, una parte de ellos son ahora conocidos porque declaran su riqueza al fisco, eso es una alegría para todos.
Un lector advierte tintes demagógicos en una información que hablaba del incremento de los ultrarricos durante el período de crisis