La costa intensifica la ‘caza’ de los apartamentos turísticos ilegales
El sector estima que sólo se ha regulado el 50% del medio millón de plazas que hay en Catalunya
“Es de unos amigos de un conocido, hace años que lo alquilo una semana en julio... Como ellos sólo vienen en agosto...”. Y así el propietario de este apartamento de Salou se financia los gastos de su segunda residencia. No paga IVA, ni tasa turística, ni lleva un registro de ocupantes y confía en que sus inquilinos “se comporten”. En Catalunya hay aproximadamente 24.000 alojamientos como este. Los alquileres ilegales representan aproximadamente el 50% de la oferta. El proceso de regularización que inició el Govern hace tres años se intensifica ahora con nuevas acciones por parte del sector y de los municipios costeros más turísticos, que también ven en esta actividad un agujero por donde se escapan impuestos.
“Esta batalla la llevamos luchando hace cuarenta años”, lamenta Joan Calvet, presidente de la Associació Apartaments Turístics Costa Daurada i Terres de l’Ebre. El sector intuye que la competencia ilegal supera de lar- go este 50% y está negociando con la Generalitat un convenio para agilizar el proceso de denuncia y sanción a los ilegales que, en cierto modo, les equiparará a los administradores de fincas. Desde que hace tres años la dirección general de Turisme inició el proceso de regularización, miles de propietarios han inscrito su piso en el Ayuntamiento correspondiente, pero no todos. Primero fueron los apartamentos, “y ahora la gran mayoría de los alquileres ilegales que están aflorando son viviendas de uso turístico”, reconoce Joan Abad, subdirector general de Ordenació Turística de la Generalitat. A diferencia de los apartamentos turísticos, que están con-
centrados en un solo bloque, las viviendas de uso turístico comparten escalera con pisos de primera residencia. Unos están de vacaciones, mientras que el resto sigue con su rutina diaria, lo que, en ocasiones, provoca problemas de convivencia, como está ocurriendo en algunos barrios de Barcelona.
Durante estos tres años se han reforzado las inspecciones y se han incorporando sofisticados programas informáticos que rastrean los portales de internet donde se anuncian muchos de los apartamentos ilegales y se detecta los que no tienen código de registro. Hasta ahora, la Generalitat ha realizado 357 requerimientos a los titulares de 2.000 páginas web. “Tanto con el Ayuntamiento de Barcelona como con el de Salou, Lloret y otros muchos trabajamos coordinadamente para establecer estrategias de inspección”.
Salou, que actualmente tiene unos 4.088 apartamentos turísticos registrados, acaba de anunciar una nueva campaña: más inspecciones presenciales con agentes recorriendo las calles y rastreo en internet de los portales que publicitan apartamentos. También habrá expedientes disciplinarios y multas para los propietarios que alquilan de forma ilegal. El Ayuntamiento ha consensuado estas acciones con la Associació Apartaments Turístics, que también colaborará en la campaña identificando apartamentos que no están dados de alta. Para el sector es una competencia ilegal y desleal, “que daña la imagen del territorio, que no da un mínimo de calidad, que no paga impuestos y que no lleva ningún control de seguridad”, añade Calvet. Los propietarios o gestores de las viviendas turísticas legales están obligados a llevar un registro de viajeros (que incluye la fotocopia del DNI) y que diariamente, como hacen los hoteles, tienen que enviar a los Mossos d’Esquadra.
Actualmente, en Catalunya hay casi 300.000 plazas regularizadas en 51.804 apartamentos y viviendas turísticas. Casi la mitad, 23.831, están situadas en las comarcas de Girona, según calcula la Associació Turística d’Apartaments Costa Brava-Pirineu de Girona (ATA). “Y todavía queda mucho trabajo por hacer”, reconoce su gerente, Àngela Galceran. El sector calcula que el 60% del conjunto de los apartamentos de Catalunya continua incumpliendo la normativa. Galceran atribuye el éxito de camas legalizadas en las comarcas gerundenses a las campañas contra del intrusismo que se han llevado a cabo. “Hace años que denunciamos todos los apartamentos ilegales que encontramos. Es fácil detectarlos, aunque es una tarea que nos lleva mucho tiempo”, lamenta.
Según ATA, el 94% de los apartamentos legalizados está en la Costa Brava (un 41%, en el Baix Empordà; un 39%, en el Alt Empordà, y un 20%, en la Selva), en el Pirineo la cifra ronda el 4%, y en el interior, el 2%. Y los ilegales también se concentran en municipios del litoral, como Empuriabrava, Roses u otras localidades turísticas, sobre todo alojando a visitantes extranjeros procedentes de Alemania y Holanda. “Donde hay
La Generalitat ha hecho 357 requerimientos a los titulares de 2.000 portales digitales
Salou ha iniciado una nueva campaña y multará a quienes no estén dados de alta
Además de evadir impuestos, no hay registro de viajeros en los pisos ilegales
segundas residencias, sobre todo en poblaciones grandes, es más complicado detectarlos”, dice Galceran. Castelló d’Empúries, por ejemplo, tenía en el 2010 5.500 apartamentos sin legalizar, la mayoría en la urbanización de Empuriabrava. El alcalde, Salvi Güell, anuncia que pronto lanzarán otra campaña de sensibilización: “Hicimos una en el 2013 y se legalizaron más de 700 de golpe; si no haces este tipo de iniciativas, todo es más laxo”, reconoce. La Generalitat ha abierto 50 expedientes sancionadores en Castelló d’Empúries, un tercio de los 150 que ha resuelto en Girona. En Barcelona ha habido 252 resoluciones sancionadoras, 78 en Tarragona y 22 en Lleida.
El sector insiste en que los apartamentos ilegales dañan el destino turístico: “El intrusismo nos perjudica a todos, no sólo al cliente que llega y no encuentra el apartamento con las condiciones y los servicios pactados... también es una cuestión fiscal y de seguridad”, añade la gerente de la ATA. El sector también se ha reunido con los ayuntamientos para facilitar al máximo la legalización de las viviendas turísticas.
Con todo, el sector ha registrado un incremento de ocupación durante los últimos tres años, tras el estancamiento que provocó la crisis. Esta recuperación llega en parte por el crecimiento del número de visitantes extranjeros que escogen un apartamento y no un hotel durante sus vacaciones. Proceden principalmente de Estados Unidos, Canada, Australia, Holanda y los países escandinavos, y muchas veces viajan en familia.