Una operación fallida
El Barça busca una solución a la crisis abierta tras el laudo arbitral que le obliga a devolver 47 millones por Can Rigalt
El laudo arbitral que obliga al Barça a pagar 47 millones de euros por la venta de Can Rigalt a una filial del grupo La Llave de Oro –propiedad de la familia Marsà– es el último capítulo de una fallida operación inmobiliaria que se ha gestado durante casi 20 años y en la que han participado varias juntas del club. La primera preocupación del Barça es decidir cómo se asume ese agujero: puede optar por anotarse los 47 millones como pérdidas del año fiscal que finaliza el 30 de junio del 2016 o bien reformular las cuentas desde que se realizó la venta en el 2005, según fuentes del club. El Tribunal Arbitral de Barcelona estima que la compra venta firmada en el 2005 debe deshacerse, con lo que el club está obligado a devolver el dinero recibido por los terrenos (35,2 millones) más los intereses generados desde el momento de la operación, lo que eleva el pago a 47 millones. A cambio el club recuperará los 10.000 metros cuadrados que se vendieron.
1997 El Barça de Núñez compra los terrenos
El 4 de julio se firmó la compra de cuatro parcelas de unas 6 hectáreas en l’Hospitalet de Llobregat en el espacio conocido como Can Rigalt por 250 millones de pesetas (1,5 millones de euros). Formaban parte de una operación en la que además de viviendas se realizaría el soterramiento de una estación de Fecsa, el traslado de un hospital y otros equipamientos. En la operación el Barça no era el propietario con mayor porcentaje de terreno para urbanizar.
2005 El club vende los terrenos La junta de Laporta vende el 76% de una de las parcelas al grupo La Llave de Oro por 35,2 millones. El Barça se compromete a entregar la finca “totalmente urbanizada, por lo cual el club habrá de asumir todos los gastos de urbanización derivados del procedimiento urbanístico”. En aquella memoria se destaca que el proyecto está aprobado por el Ayuntamiento de l’Hospitalet –cuyo alcalde era Celestino Corbacho– y que está pendiente del visto bueno de la Generalitat. La junta señala que estima que “será aprobado sin modificaciones significativas”. La operación generó un beneficio de 28,6 millones en el ejercicio que finaliza en el 2005, lo que permitió que el resultado neto del club ese año fuera de 35,2 millones. Con esas cifras, la junta de Laporta no se vio obligada a aumentar el aval que le exigía la ley. Fuentes del club explican que el Barça pudo incorporar el beneficio en el ejercicio en el que se hizo la venta porque en el contrato de compraventa no se establecía una fecha máxima en la que la urbanización del terreno debería estar lista.
2007 Aprobación preliminar de la Generalitat
La Generalitat aprueba el Pla de Millora Urbana.
2009 Se constituye la junta de compensación
En junio se crea la junta de compensación. Es un organismo en el que está presente el Barça de forma minoritaria y también la inmobiliaria Sacresa y Fecsa, entre otros, que debe encargarse de la gestión general del proyecto. 2010 Pago de 3,5 millones Ese año el Barça recibe un pago por la venta de 3,5 millones.
2011 Otro pago de 3,5 millones El club percibe otros 3,5 millones, con lo que el precio global pagado por la inmobiliaria es de 35,2 millones.
2012 La Llave de Oro pide un laudo arbitral
Aunque el contrato no establece una fecha límite para obtener la edificabilidad, la inmobiliaria lo solicita al Tribunal Arbitral de Barcelona.
2013 Primer laudo contra el Barça El Tribunal Arbitral establece que el 30 de julio del 2014 es la fecha límite para “llevar a cabo las obras de urbanización establecidas en el contrato”. En la memoria del club se destaca que “la junta no espera que se deriven pasivos adicionales como consecuencia”.
2014 El club ve el riesgo muy bajo En la memoria el club avisa que el 30 de julio del 2014 “no habrán podido completarse todas las actuaciones”. En la citada memoria se añade que “la junta directiva y sus asesores legales consideran que una eventual segunda demanda arbitral” por parte del comprador “no prosperaría”. Califican “la probabilidad de que se resuelva el contrato” como “muy baja”, por lo que no se “derivarán minusvalías ni pérdidas financieras o patrimoniales significativas”.
2015 El Barça ve un 25% de posibilidades de perder
En la memoria se dice que “la Comisión Gestora y los asesores legales del club estiman que la probabilidad que se resuelva el contrato y se condene al club” es “muy baja (no superior al 25%)”.
2016 Segundo laudo contra el Barça El árbitro obliga al club a pagar 47 millones a La Llave de Oro.