La gran escapada
El líder aprovecha el viento y un ataque de Sagan para arañar otros 12 segundos
En un día marcado por el viento, el líder del Tour, Chris Froome, es capaz de aprovechar una valiente acción atacante de Peter Sagan y escaparse de la vigilancia del pelotón a unos 10 kilómetros de la meta de Montpellier.
¡Qué campeón este Froome! Ayer volvió a encontrar un agujero para sorprender a Nairo Quintana y todo el Movistar, absolutamente desconcertado por el desarrollo de los últimos kilómetros de la etapa. En un día marcado por el viento –que incluso ha obligado a modificar el recorrido de hoy– el líder del Tour fue capaz de aprovechar una valiente acción atacante de Peter Sagan y escaparse de la vigilancia del pelotón a unos 10 km del final. Un final apasionante, trepidante, estelar en el que Froome y Sagan, acompañados cada uno de un gregario (Thomas y Bodnar) llegaron a tener casi medio minuto de renta sobre unos rivales sin ánimo. Ni los equipos de los velocistas –que perdieron una ocasión magnífica– ni los adversarios de la general pudieron reaccionar a tiempo. Quintana estaba solo, hasta que Valverde y Gorka Izagirre llegaron. Todavía peor iba Purito Rodríguez, cortado en un segundo grupo. Al final, en la meta de Montpellier, Sagan (ganador de la etapa) y Froome (segundo) mantuvieron seis segundos de ventaja. En el caso del maillot amarillo, sumados a los seis segundos de bonificación, supone un botín de 12 más. Ahora tiene a Quintana a 35 segundos. Y Joaquim Rodríguez ha caído hasta el duodécimo de la general, a 1m52s.
“Todo el día hemos rodado delante y cuando he visto la posibilidad la he aprovechado”, explicó un Froome radiante de satisfacción. “He visto que Sagan se lanzaba y he intentado seguirlo. Finalmente ha sido la decisión correcta”.
La visión de los Movistar era bien distinta. Tanto Eusebio Unzue como el mismo Quintana, cada uno con su tono, echaban pestes. Unzue: “Ha sido una etapa peligrosísima, un recorrido incomprensible, pasando por unos pueblos... Nos hacen correr unos riesgos, a nosotros y al público... se produce un estrés entre los corredores que quizás estará bien para el espectáculo sin embargo... Hoy los míos me han dicho que no han podido comer, y beber a duras penas, todos a punto de caerse. ¡Probablemente haya sido la etapa más dura de este Tour!”.
Y Quintana no quedaba muy atrás: “Hemos pasado el día más difícil, sobre todo por el viento, y Froome lo ha aprovechado. Prefiero quedarme con el lado positivo, que no hemos sufrido ninguna caída grave. Pero había muchos ner- vios y los organizadores no piensan en el ciclista, nos ponen en situaciones de alto riesgo, incluso para nuestras vidas”.
Lo que es innegable es que Froome sí supo sacar provecho de las condiciones que el viento y el recorrido ofrecían, como supo hacerlo en el descenso del Peyresourde días atrás. Y eso es lo que define a los grandes campeones. Además, no estaba solo sino que tuvo el lujo de contar con Geraint Thomas a su lado.
En cambio, el Movistar, excusas aparte, no tuvo respuesta ni el equipo a punto cuando más lo necesitaba a su líder. Y suerte aunque equipos con interés en llegar al sprint, como el Lotto Soudal y el Etixx, se reorganizaron mínimamente y redujeron la diferencia. Mínima, de nuevo. Pero una segunda lección de campeón.
CHRIS FROOME “Todo el día hemos rodado delante y cuando Sagan ha atacado lo he aprovechado; ha sido la decisión correcta” NAIRO QUINTANA “Los organizadores nos ponen en situaciones de alto riesgo, incluso para nuestras vidas”