Manteros organizados
No parece muy comprensible que los almacenes que surten de género fraudulento a los manteros no puedan ser detectados.
Es algo que nadie entiende, bastaría con seguir a los que venden los productos para hallar a quienes los suministran, origen necesario de esta actividad. No valen excusas ni argumentos que no se sostienen.
Hay una importante fuente de suministro, no es algo que surja como la parábola de los panes y los peces. No sólo afecta a Barcelona. En otras poblaciones, como Sitges, todo el paseo marítimo está ocupado a ambos lados por los manteros y queda sólo un espacio ridículo para los viandantes. Esta actividad ya no se tendría que haber permitido desde sus inicios. Algunos de estos vendedores exigen que les busquen una solución para ganarse la vida. No sé quién les asesora, pero se adivina que hay organizaciones detrás de ellos.
Y parece que ni siquiera se puede decir que aquí hay decenas de miles de nuestros jóvenes sin empleo, que solamente sobreviven gracias a la cobertura familiar, pero esto también tiene fecha de caducidad y es prioritario que nuestras instituciones se responsabilicen de ello como corresponde en todo lo que puedan y antes de que vaya a peor. JULIÁN MURLANCH Barcelona