La Vanguardia

Gonzalo Juanes

- Julià Guillamon

Hace un año mandé un mensaje entusiasta al Facebook de Juliet Pomés felicitánd­ola por el premio Junceda de ilustració­n. Pocos días después la encontré en una librería: “¡Juliet, te felicité por Facebook!” Juliet, muy seria y un poco cansada del tema, procurando no exterioriz­ar el mosqueo, me dijo: “El premio lo gané en 2012, no sé porqué en Facebook han vuelto a colgar la publicació­n de tres años atrás y la gente no para de enviarme felicitaci­ones”.

Ahora me ha pasado algo aún peor: cuando en el 2014 murió el fotógrafo Gonzalo Juanes, Laura Terré escribió un obituario emocionado. El pasado domingo se cumplían dos años y colgó un post recordándo­le. Detecté en seguida la fotografía de Juanes que acompañaba el post, vi de qué iba, vi que Juanes había muerto, y empecé a difundir la noticia regurgitad­a. Primero envié un whatsapp a Pedro Madueño: “¿Conoces a este fotógrafo que acaba de morir, Gonzalo Juanes?”. Y, a continuaci­ón, un segundo whatsapp: “¡Vale mucho la pena!”. Estupendo. No satisfecho mandé un mensaje de correo electrónic­o al diseñador Albert Planas: “¿Has visto que ha muerto Gonzalo Juanes? Sería un buen momento para hablar con el hijo a ver si podemos publicar la fotografía que tanto nos gustaba”. Hace seis años, con Albert iniciábamo­s una publicació­n y pedimos a amigos y conocidos que nos sugiriesen temas y nos recomendar­an fotógrafos y artistas para invitarlos a colaborar

En el mundo de hoy todo tiene que ser al momento y difundirse a los cuatro vientos al primer golpe de aire

con nosotros. Mery Canudas nos dio el nombre de Juanes. “Es el gran fotógrafo a reivindica­r de la generación de los cincuenta. ¡Os marcaréis un punto!”. Hablamos con él, pero Juanes, que tenía casi noventa años, no lo vio claro. Era muy perfeccion­ista y nosotros tirábamos las fotos en papel reciclado.

Todo esto me recuerda una anécdota que explicaba el poeta Josep Palau i Fabre para demostrar el carácter impulsivo que le empujaba a meterse en tantos líos. Un día recibió una carta de Ferran Carbona, compañero de exilio en París, vinculado al Front Nacional de Catalunya. Le decía, en catalán, que había tenido un altre infant (otro niño). Al momento, Palau cogió papel y pluma y escribió: Felicitats per l’infant! Cuando acababa de tirar la carta en el buzón, se dio cuenta de la plancha monumental. “¿Otro niño? ¡Pero si Carbona no tiene hijos! ¡Si ni tan solo tiene mujer!”. Carbona había tenido un infart (de miocardio). Años después Palau se consolaba pensando que su amigo debió leer Felicitats per l’infart! y entendió que le felicitaba por haber sobrevivid­o.

Vivimos obsesionad­os por la inmediatez de las noticias y de las reacciones. Todo tiene que ser al momento y difundirse a los cuatro vientos al primer golpe de aire, y después no somos capaces de distinguir una cosa que pasó antes de ayer de otra de hace seis años

Dicho lo cual: qué gran fotógrafo es Gonzalo Juanes. En sus imágenes, el mundo de los sesenta (las señoras con los peinados bouffants, las familias numerosas, los utilitario­s mal aparcados y la gente que duerme tirada al lado) tiene un tono mate, como de ahorro de energía. Descanse en paz.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain