El mundo de Digne
Casado desde los 21, enamorado de Lille y con Zinédine Zidane como ídolo
Su color preferido es el azul. La ciudad que le robó el corazón, Lille. Su gesto técnico predilecto en el fútbol, el túnel. Y su ídolo del balón responde al nombre de Zinédine Zidane. No es de extrañar. Es futbolista, francés y cuando estaba a punto de cumplir 5 años la generación multicolor de Zizou levantó la Copa del Mundo. Lucas Digne, el encargado de ampliar la vía francesa del Barça, se define a sí mismo como un lateral “muy ofensivo”, es decir una especie de remedo de Jordi Alba. A pesar de su juventud (cumple los 23 el día 20) está casado desde diciembre del 2014 y su esposa Tiziri fue compañera suya en el instituto.
Perteneciente a la hornada que conquistó el Mundial sub-20 en el 2013 junto a Paul Pogba y Samuel Umtiti, si no hubiera sido futbolista le habría encantado ser tenista o baloncestista profesional, con Roger Federer, las hermanas Williams y Michael Jordan como referentes en estas disciplinas. Pero se decantó por el fútbol y comenzó de verdad a pensar que podría ganarse la vida con él tras entrar a los 12 años en la escuela del Lille, donde fue quemando etapas hasta que el técnico Rudi García, con el que también coincidió en el Roma, le dio la alternativa como su principal valedor. En la ciudad norteña se hizo un nombre en Francia y el rico PSG le tiró el anzuelo y le catapultó a ser incluido en la lista para el Mundial 2014 (jugó un partido contra Ecuador en Maracaná).
Sin embargo, Laurent Blanc nunca confió del todo en él (prefirió al exblaugrana Maxwell) y tuvo que salir cedido a la Serie A. En Italia recuperó el dorsal que más le gusta, el 3, número que también llevó en el Lille pero no en el PSG (en París lució el 21, el que portó en su época de jugador Luis Enrique). El francés número 21 de la historia del Barça no podrá ser el 3 en el Camp Nou porque es propiedad de Gerard Piqué.
Seguro que lo da por bueno teniendo en cuenta la oportunidad que se le presenta a este muchacho que revela que solamente tiene una superstición: santiguarse cuando debe afrontar un partido.
Cuando le invitan a escoger un defecto propio menta la “impaciencia”, aunque en Barcelona tendrá que armarse de lo contrario porque los fichajes suelen pasar por un tiempo más largo de adaptación por las peculiaridades del engranaje blaugrana. Seguro que más de un día tendrá que recordar dos frases que tiene como fetiche en su página web. La primera: “Para mí el fútbol es un deporte donde manda el espíritu de equipo. Hay que saber sacrificarse por los demás”. La segunda: “Antes que nada soy un competidor. Soy un ganador y me supero ante la adversidad”.
Para capear los malos ratos o una posible añoranza siempre se puede refugiar en la música. Sus gustos se decantan por el rhythm and blues y el rap, estilo en el que le seduce Maître Gims, un rapero francés. Digamos que aunque en el Camp Nou guste Coldplay él prefiere otro estilo aunque no apagaría la radio si suena el Viva la vida.
El pasado mes de noviembre jugó en el Camp Nou con el Roma y salió vapuleado (6-1), aunque estuvo en el origen del único tanto romanista. Pero el mejor recuerdo que se llevó ese día fue la camiseta de Leo Messi ya que al final del encuentro intercambió la suya con la del astro argentino. Ahora lo verá cada día.
POLIDEPORTIVO De no ser futbolista hubiera querido dedicarse al tenis o al baloncesto, sus otros deportes preferidos