Los fantasmas de Troon
Arranca el British con una amplia lista de candidatos al triunfo
Cuentan los habitantes de Troon, ciudad costera al oeste de Escocia, que The Grey Lady deambula por la zona de Loans desde 1873, cuando un granjero vio por primera vez al espectro. Si se presta mucha atención tras varios días sin lluvia, es muy posible que los visitantes puedan ver su sombra a escasos tres kilómetros del Royal Troon, lugar en el que hoy arranca el British Open de golf. Realidad o cuento, lo cierto es que cualquier torneo que se dispute en la tierra del golf tendrá esa mística, con aroma a whisky, una brisa salada con toques de mar y un océano de búnkers que son el peor de los embrujos. Los mejores jugadores del mundo ya están en posición para pelear por la Jarra de Clarete en un recorrido en el que el mayor fantasma será uno mismo.
La lista de candidatos al triunfo es amplia. Zach Johnson, vigente campeón, entregó su preciado trofeo con el ánimo de recuperarlo en un circuito apto para ganadores inesperados. Él lo fue en St. Andrews la pasada edición, razón por la cual nadie le descarta pese a resultados discretos en los últimos torneos. El estadounidense, de 40 años, confesó que hace justo un año, cuando regresaba a casa tras la victoria, durmió abrazado a la jarra más famosa del mundo. “Uno no entiende el peso histórico de este torneo hasta que lo gana”, explicó el norteamericano.
Otro Johnson, en este caso Dustin, pareció maldito durante años. Siempre llegaba con fuerza a los fines de semana de un major, e inexplicablemente se hundía en los últimos compases. Rompiendo la maldición en el US Open, el número dos del mundo es ahora una peligrosa amenaza para los habituales favoritos. Su poderoso drive le dará un empuje vital en un links, donde lo salvaje pide fuerza. Pero si hay una aparición del pasado que puede perseguir hasta desquiciar, esa es el de los cinco golpes de ventaja que dejó escapar Jordan Spieth en el domingo del Masters de Augusta. Desde entonces, el ganador de dos grandes no ha sido el mismo. “Jordan no encuentra su swing”, explicó Gary Player a la BBC. “Dadme media hora con él y le convertiré en el mejor jugador jamás visto”, aseguró la leyenda de 80 años, muy seguro del hechizo que realizar.
Lo cierto es que a favor de los norteamericanos está una curiosa estadística: en las últimas seis ediciones disputadas en este club, el campeón fue estadounidense. Una tendencia que Jason Day, número uno del mundo, tratará de cambiar. A día de hoy, el australiano sigue siendo el más fuerte, el más consistente y, sobre todo, el más inspirado en jornadas decisivas. Nadie osaría descartarle. Ni a él, ni a Rory McIlroy, que tras perderse la pasada edición por una lesión en el tobillo, regresa con la confianza del que ya sabe lo que es ganar The Open.
Muchos nombres en liza, pero también muchos fantasmas en Troon. Quien mejor los domine, saldrá vencedor.
EN LA TIERRA DEL GOLF El aroma a whisky, una brisa salada con toques de mar y un océano de búnkers esperan a los jugadores