Cancún, el paraíso sí que existe
Sol, arena finísima, playas de ensueño y atardeceres inolvidables. Nos apetece un margarita recostados en una tumbona y mecidos por el dulce sonido del mar. Es Cancún, México: 23 kilómetros de playa de aguas cristalinas donde dejar pasar las horas bajo una sombrilla. Y, sin embargo, la opción tumbona nos dejaría a años luz de lo que es Cancún en realidad.
Lo que en sus orígenes fue una aldea alejada y minúscula, al nordeste de la península de Yucatán, se ha convertido hoy en uno de los destinos vacacionales más valorados –más de 5 millones de visitantes en 2015–, que nos ofrece lo mejor del Caribe y de México, con un paisaje exuberante y una fauna espectacular, donde todavía pueden verse magníficos ejemplares de las prehistóricas iguanas.
Los amantes del deporte disfrutarán de cinco campos de golf y de
arrecifes de coral espectaculares
para practicar snorquel y buceo; quienes prefieran la naturaleza, podrán descubrir las profundidades de la selva; y para los que prefieran un viaje más cultural, aquí tienen todo el mundo maya a su alcance.
Una excursión muy recomendable para perderse es a la isla de Holbox, que forma parte de la Reserva Natural Yum Balam. Con solo 42 kilómetros de largo por 2 de ancho, tiene 36 kilómetros de playa de arena blanca y coralina, y está considerada una de
las regiones ecológicas más importantes del mundo por la diversidad de sus ecosistemas, gracias a que allí se mezclan las aguas del golfo de
México y el Caribe. Encontraréis tiburones ballena, delfines, langostas, pulpos, rayas águila y tortugas marinas, entre muchas otras especies, y en la laguna Yalahau pueden verse hasta 150 tipos de aves, reptiles y peces. Si vais entre junio y septiembre, nadaréis entre tiburones ballena, y, en cualquier época del año, siempre es posible pasear en kayak por los manglares, dar un paseo a caballo o nadar en el ojo de agua Yalahau, que los mayas consideraban fuente de juventud.
LAS CUEVAS DE COUSTEAU
Otra excursión es hasta Isla Mujeres, al noreste de Cancún, con una costa de aguas claras y cálidas, una abundante vida marina y unos arrecifes y cuevas que ya atrajeron a Jacques Cousteau. En el Parque Marino El Garrafón podréis practicar snorquel y buceo, hacer algunas rutas en kayak y hasta nadar con delfines. En el extremo meridional de la isla hay un faro con vistas a un templo maya dedicado a Ixchel, diosa de la fertilidad, que señalaba el camino a los marineros mayas.
Precisamente, el mundo maya está muy presente en Cancún, ya que se conoce esta zona como la entrada
al mundo maya, que comprende cinco países: México, Belice, Guatemala, Honduras y El Salvador. Los restos de su cultura están diseminados por toda la península de Yucatán, con vestigios arqueológicos
en El Rey, en el Sheraton Cancún Resort and Towers. Junto a ellos queda el testimonio también del Yamil Lu'um, dos pequeños templos que se utilizaban como atalayas y faros hace unos 500 o 700 años.
Si os acercáis a Mahahual, que lleva como apellido “el corazón de la costa maya”, encontraréis el lugar perfecto en el caso de que busquéis la paz lejos del bullicio de los centros comerciales. Un lugar perfecto para bucear en su magnífico arrecife de coral, donde veréis tortugas marinas, esponjas y caballitos de mar. Desde allí pueden hacerse excursiones hasta
Bacalar, Pueblo Mágico y su hermosa laguna de los Siete Colores; y a zonas arqueológicas poco conocidas, como Oxtankah y Chacchoben, inmersas en la selva. Otra opción muy recomendable es una visita a la laguna de Nichupté, un lugar especial para los llamados ecoturistas, rico en aves acuáticas, peces, cocodrilos, crustáceos y vegetación de manglar. Además, un viaje por la selva os permitirá navegar por los canales de la laguna en motos acuáticas, a través de los densos manglares, y visitar una parte de los arrecifes de coral más grandes del mundo. La pregunta es: ¿te quedarás en la tumbona?
MÁS D E VEINTE KILÓMETROS D E PLAYA PARA DISFRUTAR D E LAS VACACIONES Y D ESCUBRIR LA NAT URALEZA Y TODA LA GRAND EZA DE LA CULTURA DE
LOS MAYAS