La presidencia del Congreso, un mercado persa
El PP puede ofrecer el cargo a Ciudadanos y también al PSOE
Las votaciones del próximo martes para escoger la presidencia y la mesa del Congreso de los Diputados serán el primer banco de pruebas de la legislatura. Primer ensayo de las alianzas de futuro y momento de intenso juego táctico. Muchas negociaciones hoy y mañana. Mercado persa.
El Partido Popular enfoca la elección del presidente del Congreso como el paso previo para la investidura de Mariano Rajoy. El PP está dispuesto a ofrecer el cargo a Ignacio Prendes, de Ciudadanos, a cambió del sí de los 32 diputados del partido naranja en la investidura. Ese voto afirmativo permitiría a Rajoy una plataforma de 170 diputados (PP, Ciudadanos y Coalición Canaria), con la cual podría ejercer una fuerte presión sobre el PSOE para obtener su abstención. Los principales dirigentes de las federaciones meridionales del Partido Socialista ya han dado a entender que estarían dispuestos a la abstención con esos números. Bastaría con que seis diputados socialistas no estuviesen presentes en el hemiciclo a la hora de la votación. Sin embargo, esa no es la única carta con la que juegan los de Rajoy. El Partido Popular también estaría dispuesto a apoyar la reelección del socialista Patxi López como presidente de la cámara, a cambio de la segura abstención del PSOE en la investidura.
El Partido Socialista apuesta, claro está, por la continuidad de López y quisiera contar con los 71 votos de Unidos Podemos. La elección del presidente del Congreso exige mayoría absoluta en la primera votación. En la segunda, basta la mayoría simple. PSOE y Unidos Podemos suman 156 escaños. Esa cifra supera al PP (137), pero queda por debajo de la suma de PP y Ciudadanos (169). Por lo tanto, los votos de CDC, ERC, PNV y Bildu pueden ser decisivos.
Podemos sigue con pocas ganas de servir los cafés al Partido Socialista. El grupo de Pablo Iglesias esbozaba ayer la candidatura
Unidos Podemos esboza la candidatura de Xavier Domènech, en busca de los votos de ERC y CDC
del catalán Xavier Domènech (En Comú Podem) a la presidencia del Congreso, con la intención de recabar el voto de ERC y CDC. En caso de obtener el apoyo de los soberanistas, Domènech podría quedar segundo en la primera votación y colocar al PSOE en una delicada disyuntiva en el segundo escrutinio. Podemos ofrecería a CDC y ERC una buena representación en la mesa y garantía de grupo parlamentario a la nueva Convergència. No es un pacto fácil. ERC y CDC han descubierto que los Comunes son su más incómodo adversario en Catalunya.